Vecinos de un barrio de Villa Mercedes forman una comisión para combatir una serie de robos
Sergio, uno de los miembros de lo que quiere terminar de conformarse como una asociación vecinal, reconoce que ahora se sienten más seguros. Dijo que desde que los pocos vecinos que habitan el flamante barrio –ubicado al este de Villa Mercedes, que aún no tiene nombre y fue entregado por el Gobierno de la Provincia a mediados de agosto– decidieron unirse, creando un grupo de WhatsApp, para darse aviso cuando adviertan a una persona sospechosa o directamente a un delincuente en plena faena, varios hurtos quedaron a medio camino y la seguidilla de robos en casas que padecían los dos últimos meses se detuvo.
El vecino admite que desde que el Gobierno de San Luis les entregó las 226 Viviendas, el 15 de agosto, sólo 50 familias se han mudado. Y eso, de alguna manera, los ha hecho más vulnerables a los robos. "Como el delincuente sabe que alrededor de una casa habitada hay siempre una o varias en las que no vive nadie, entonces, espera que el dueño de la vivienda se vaya para entrar", sin testigos que lo adviertan, dijo.
Pero han conseguido controlar bastante el problema a través del sistema "Vecinos en alerta", en el que todos se mantienen en contacto a través del teléfono y se dan una mano para vigilarse unos con otros. "A fines de agosto creamos un grupo de WhatsApp, en el que estamos como veinticinco vecinos. Y siempre hay uno de cada manzana y avisa cuando pasa algo en esa manzana", contó.
Señaló que la Policía también los ha ayudado a prevenir los robos. “La semana pasada, a pedido de todos nosotros, vinieron el jefe y el subjefe de la Unidad Regional II y los jefes de las comisarías más cercanas, la 30ª y la 31ª, y hablaron con nosotros. Y están patrullando más, todos los días. Han hecho un cronograma de vigilancia y lo vienen cumpliendo”, reconoció.
Rescató, además, que los ayudó también la total iluminación de la única calle de acceso al barrio, la Ardiles.
El primer robo o, al menos uno de los primeros que más recuerdan, lo sufrió una vecina que tiene un quiosco en su casa, dijo Sergio, sin precisar más datos por resguardo de la víctima. “Fue entre las 8:30 y 9:30 de la noche. La chica se había ido a comprar unas cosas y le avisó a una vecina que le cuidara la vivienda mientras no estaba”, relató Sergio.
Pero la mujer a la que le encargó eso también estaba a punto de irse, a visitar a su papá que estaba internado en una clínica. Ella le cuidó el domicilio cuanto pudo y, cuando se hizo la hora, se fue a ver a su padre.
"Al rato, otra señora que fue al quiosco a comprar, para hacer la cena, vio que la puerta del negocio estaba violentada, doblada y abierta", narró.
Según estimó la Policía, los ladrones aún estaban en la vivienda cuando llegó la clienta. Y cuando ella corrió a avisarle a otra mujer, aprovecharon para escapar. "Le llevaron unas golosinas, cigarrillos, un televisor LCD, ropa y plata", repasó el hombre.
El último hurto fue hace tres semanas, entre las 15 y 17, en un domicilio del que Sergio prefirió no especificar ni dirección ni nombres, y sólo dijo que le ocurrió “a una familia humilde”. “Todos ellos se habían ido a un cumpleaños y cuando volvieron se encontraron con que les habían llevado el televisor, la ropa, hasta lo que tenían en la heladera les comieron”, comentó. Los delincuentes entraron por la única ventana del domicilio que no estaba enrejada.
Una semana después, gracias al compañerismo entre los vecinos, pudieron evitar que le robaran a otra chica que recientemente abrió un negocio en la casa. “Fue como a las doce y media de la noche. Ella, que justo estaba en el dormitorio sintió que alguien le quiso abrir la ventana. Nos avisó por el grupo de WhatsApp y, al ratito, salieron los vecinos a la vereda, y los tipos se dispararon”, recordó. Por lo que lograron ver, eran dos adolescentes que andaban en moto.
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