Pensar en vestir la mesa navideña, en los regalos, en la decoración de la casa, en la cena, en el postre y en una mesa dulce que le guste a todos puede ser un poco estresante. Encontrar gran parte de eso en un solo lugar puede ser un gran alivio. En Juana Koslay ayer se desarrolló el primer mercado navideño y primer encuentro provincial de feriantes en que hubo adornos, opciones para regalar, y variedad en dulces.
En el costado derecho del acceso al Monumento al Pueblo Puntano de la Independencia había una enorme cantidad de gacebos decorados con banderines rojo y verde, debajo de ellos colocaron sus productos más de cuarenta artesanos y comerciantes.
“Tengo tejidos a telar, a dos agujas, a crochet y a trapillo. Ofrezco bolsos, alfombras, adornitos y abrigos, entre muchas cosas”, dijo Norma Ramos del taller Ruiseñor. Cerca de ella estaba Silvia Dehesa, una artista plástica, que vendía hermosos cuadros y objetos pintados con estilo del fileteado porteño. Un cuadro de Carlos Gardel era el que se llevaba todas las miradas.
Un puesto de cerámica a cargo de Georgina Lemanich ofrecía búhos, chanchitos, esculturas, rostros y hornillos. “También entregamos las piezas sin pintar por si quieren dejar que los chicos hagan la tarea”, explicó una de las propietarias de Cerámica Rústica.
También hubo espacio para las coloridas macetas a mano y las cómodas alpargatas con diferentes motivos. A unos pocos pasos había un puesto en el que había figuras de madera de todos los tamaños y hermosos veladores realizados de fibrofácil.
“Hago cuadros a pincel, a espátulas, a mano y hasta armo los bastidores, realizo cuadros a pedido y de todos los tamaños. Lo ideal para regalar son los trípticos que forman distintos paisajes o figuras, también los podemos hacer abstractos o de arte pop”, explicó Lucas Vincent, quien denominó a su página de Facebook: “Vincent venta de pinturas en acrílico”.
De Estancia Grande llegaron alfajores y dulces artesanales. De San Francisco del Monte de Oro llegaron artesanos en representación de la feria campesina. “Trajimos una gran variedad de comidas, plantas y productos en madera y porcelana fría. A mediado de enero expondremos en el pueblo”, aseguró Marina Cabrera, una de las expositoras.
Carpintería participó con dulces, empanadas, hierbas aromáticas, licores, escabeche y aceite de oliva.
“Llegué desde Villa Mercedes con budines veganos. No tienen manteca, ni huevo, ni leche. Están saborizados con frutas como naranja y banana; además tienen algarroba, jengibre y canela”, contó Gabriela Gómez, que ofrece sus productos en Facebook como “Gaby Gómez”.
En otro puesto estaban los representantes de la asociación de Campesinos de El Valle del Conlara con miel, escabeches, dulces licores, salsas, harinas y yerba.
De Donovan había un grupo de mujeres que ofrecieron prolijas y coloridas cajitas de madera, bandejas para desayuno o el mate, también para guardar cosas. “Los caramelos en gelatina también los hacemos nosotras; los pan dulces y los budines son caseros, hechos con horno de leña; hicimos confituras de chocolate; y picles con productos de la huerta”, dijo Rosa Amieva.
De Concarán llegaron picles y conservas para servir como entrada a la cena navideña, licores y dulces, a cargo de Verónica Alí.
Los amantes de las plantas tenían la opción de elegir macetitas con cactus, kokedamas y alegrías del hogar, entre otras propuestas.
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