Una multitud participó en San Luis de la marcha del 18F

La versión sanluiseña de la marcha en homenaje al fallecido fiscal de la Nación, Alberto Nisman  -fue hallado con un balazo en la cabeza-, tuvo una gran concurrencia. El 18F, como se denominó la manifestación que ayer tuvo eco en todo el país, en las calles céntricas de la ciudad de San Luis se extendió por 400 metros con gente de cordón a cordón. Fue una caminata en la que reinó el silencio para exigir que se esclarezca la dudosa muerte del funcionario judicial. La concurrencia fue heterogénea e incluyó a vecinos, miembros de la comunidad judía, dirigentes sociales, referentes y legisladores de diversos partidos políticos; funcionarios judiciales y del gobierno provincial. 
La Iglesia Catedral se convirtió en el epicentro donde se congregaron los ciudadanos puntanos que emprendieron la marcha pasadas las 18 por la peatonal de calle Rivadavia hasta el Poder Judicial, donde pararon para aplaudir durante 10 minutos en reconocimiento a la labor del fiscal. Si bien, el gobernador Claudio Poggi -con varios de sus ministros- encabezó la multitud que arrancó espontáneamente y sin organización el paso, no hubo banderas políticas ni expresiones partidarias. Sólo algunos emblemas con los colores de la Bandera Argentina y un pequeño cartel de cartón que expresaba agradecimiento a la valentía del fallecido. Retomada la caminata, a marcha lenta, la columna giró por 25 de Mayo y luego por San Martín hasta Junín para llegar a Rivadavia y culminar en su intersección con Pringles, donde se renovó el aplauso. 
A un mes de la muerte del fiscal, que tenía previsto acusar a la presidenta Cristina Fernández por encubrimiento en la causa AMIA, la respuesta puntana fue masiva y es un dato que destacaron en la comunidad judía de la provincia. Gustavo Wolansky, secretario de la Sociedad Israelita y de la DAIA, filial San Luis, dijo que es satisfactorio que participe tanta gente porque da la pauta que hay un compromiso profundo con que se sepa la verdad. “Es importante que se comprenda que lo que está pasando en la Argentina nos pasa a todos", afirmó. Sobre la impugnación del oficialismo nacional, que tildaba la marcha de golpista y de estar motivada por cuestiones exclusivamente políticas, el dirigente consideró que en el caso puntano, si bien hubo funcionarios y dirigentes, no hubo expresiones que dieran la pauta de que se buscaba algo más que pedir justicia. "No somos organizadores, hemos adherido a esto que, sobre todo en ciudades del interior, ha surgido espontáneamente”, aseveró. Acerca de la dudosa muerte del fiscal, Wolansky no dudó en agregarla a las vidas perdidas con la bomba que voló la mutual judía el 18 de julio de 1994, a las 9:53. "Para mí es la número 86. Y espero que no se tergiverse la verdad. Porque estamos a punto de cumplir 21 años del atentado y todavía está sin resolver el caso. Espero ver la conexión argentina presa algún día", expresó. Y añadió que, hasta ahora, la Justicia no ha actuado de modo satisfactorio. "Temo que pase lo mismo con Nisman", lamentó.
En Villa Mercedes y Merlo también hubo marchas y actos con una buena cantidad de participantes.