Para el lunes quedaría abierta la calle que una vecina se adueñó

La semana que viene podría quedar abierta la calle paralela a la ruta 18, que servirá de acceso al pasaje Escondido, donde los vecinos reclaman mayor seguridad en el ingreso y egreso. El camino, que figura como espacio público, fue tomado como propio por una vecina, que construyó allí un jardín y cerró con troncos para impedir el paso. El Juzgado de Faltas librará un oficio que permitirá a la Municipalidad de Juana Koslay habilitarlo nuevamente.

Los vecinos de la zona hace unos cinco años que vienen reclamando un acceso seguro.

Los vecinos de la zona hace unos cinco años que vienen reclamando un acceso seguro al pasaje donde habitan. La calle principal está destrozada y es una pendiente muy pronunciada, por lo tanto no es posible observar si vienen o no autos antes de ingresar a la ruta. Pidieron, a través de varias notas, que la Municipalidad arregle el camino, y también que abra la calle paralela, por donde podrían transitar con seguridad. “La idea es librar un oficio para que la Municipalidad pueda abrir ese espacio con máquinas, para que quede el trazo de la calle como era antes. Yo estoy trabajando ahora en esa resolución”, indicó ayer al mediodía Mauricio Mauro, juez de Faltas de la localidad, a El Diario. “Estuve analizando la información y esto podría salir entre mañana (por hoy) y el lunes”, dijo, y prefirió no dar más detalles, ya que aclaró que el tema es delicado y es preferible “ser cauto”. Y admitió que el espacio que utiliza la vecina “es público”.

“Son dos colectoras a los costados y se llama ancho de ruta. Por esa zona antiguamente pasaba el viejo acueducto que va de Potrero a la ciudad. Con el pasar de los autos el acueducto cada tanto se rompía y le provocaba inundaciones a la vecina que está justo en la esquina. Por eso se decidió que los autos no pasaran más. Entonces ella lo tapó con unas plantitas y unos troncos”, explicó Mariano Ledesma, jefe del Programa Arquitectura. “El acueducto ahora va por arriba y ya no hay riesgo de nada, entonces el resto de los vecinos de la zona pidieron que se despeje, ya que la vieja calle con respecto a la calzada está a un metro y pico por debajo. Entrar a 90 grados a la ruta 18 te impide ver si viene alguien”, agregó.

El funcionario contó que se comprometieron con los vecinos a hablar con la señora, que en principio estuvo de acuerdo, pero finalmente el resto de la familia (yernos y nietos) se opusieron. “Decían que eso era de ellos. Y bueno, del sí pasamos al no, se pusieron inflexibles y no me quedó otra que hacer toda la actuación administrativa. Se lo pasamos al juez de Faltas, le di todas las mensuras y el informe técnico para que sacara un oficio y así ir con el área de Servicios Públicos y despejar todo”, dijo. Y explicó que en octubre del '65, los Osorio, que eran los titulares de esos terrenos, parcelaron todo; pero Vialidad lo objetó porque las parcelas llegaban hasta la calle y les pidió que dejen dos lotes más a los costados como ancho de ruta. 

“La señora se niega porque dice que va abrir la puerta y la van a atropellar prácticamente, ya que los autos van a pasar por el lado. Pero le explicamos que no van a circular los de la ruta, sólo los vecinos de la cuadra. Y además, va a tener una vereda con el ancho necesario para la circulación peatonal”, contó Ledesma.