Cerró "La Mula", mítico bar villamercedino

Ubicado en un lugar estratégico de Villa Mercedes, el bar "La Mula" fue escenario del rock de la ciudad y escribió su historia por capítulos trasnochados, transpirados e inspirados. La mayoría de los grupos de la ciudad pasaron por su mínimo escenario y dejaron sus canciones para un público siempre atento.
Lamentablemente, el mítico lugar cerró ayer sus puertas ante la finalización del contrato de alquiler. Y la despedida fue a puro rock, con un ciclo por el que durante todo febrero pasaron varias bandas de la localidad. O sea, el adiós como la vida misma.
"Perro de Sótano", "Bagabundo", "Ave Negra", "Cascarudos", "50 Amperes" y "Punto Caramelo" fueron algunas de las agrupaciones que se sumaron a la convocatoria llamada "Hasta el final", como un  grito de supervivencia que niega a callarse.
"Fue un lugar emblemático de la ciudad", describió su último concesionario, Gustavo Otegui, en el bar, en la que fue quizá la última llamada telefónica que atendió. "A esta línea la dimos de baja el viernes", señaló ayer a la tarde.
"La Mula" está ubicado en la concurrida esquina de Balcarce y Urquiza, frente al Centro Cívico de Villa Mercedes, una zona donde la afluencia de público es numerosa durante el día. Con el sol, el lugar fue centro de reunión de políticos, periodistas, funcionarios, artistas y hacedores sociales de la localidad. Y por las noches se convertía en el punto de confluencia rockera.
El ejemplo más claro es que fue una de las sedes elegidas por la Municipalidad de Villa Mercedes para el Prefestival del Calle Angosta Rock, una selección que recayó en los tres boliches de la ciudad que apoyaron al rock durante el año.
A esas noches de gran afluencia del público, se sumaron ahora como efecto de la memoria las que pasaron con "Hasta el final", que tuvo su última fecha el sábado pasado. 
Como para completar la impronta cultural del lugar, se convirtió en madrugada poética durante las dos ediciones de la Feria Nacional del Libro de Villa Mercedes. 
Hace ocho años que Otegui y otros dos socios tienen a su cargo  el bar céntrico y desde su llegada el impulso al rock fue notable. Ahora, los dueños del local planean dividir el espacio en tres para tener más lotes para alquilar.
Si bien el contrato finalizó, Otegui -abogado de profesión- aseguró ayer que si tuviera la posibilidad continuar en el comercio, lo tendría que evaluar detenidamente. "Estamos muy cansados, pero si no fuéramos nosotros, podría administrarlo otra persona".
La historia de "La Mula" se remonta a 25 años, el tiempo que lleva establecido el tradicional bar en la más tradicional esquina, En realidad, fue Geudy Berenguer quien comenzó con la idea en un pequeño local por calle Urquiza, al lado del sitio donde se estableció años más tarde. Se llamaba "La Mulita Plateada" y cuando el empresario decidió expandirse cambió el diminutivo por la denominación definitiva.