El Partido Justicialista pareció dar esta semana un paso más en su lento y controvertido proceso de normalización: representantes del Congreso realizado en Avellaneda el mes pasado y del sector que responde a la Casa Rosada se reunieron el jueves pasado con María Servini de Cubría.
La jueza federal con competencia electoral María Servini de Cubría recibió en su despacho a los representantes de la nueva conducción partidaria, y a los de la facción kirchnerista, que actualmente ostenta el manejo del partido con el guiño de la Justicia.
Por el primer sector estuvieron los abogados Miguel Ángel Gallego y Daniel Basile, designados tras el encuentro en la seccional Avellaneda del Sindicato Obrero de la Industria del Vidrio y Afines (SOIVA). Por el sector kirchnerista acudió a la reunión su apoderado Jorge Landau.
Gallego y Basile llevaron a la jueza las actas labradas ante seis escribanos públicos, que refrendan el nombramiento de las autoridades partidarias, encabezadas por Eduardo Duhalde, Adolfo Rodríguez Saá y Juan Carlos Romero.
El pasado 14 de marzo, más de 500 congresales, eligieron en Avellaneda una nueva conducción para tomar el mando del Partido a nivel nacional, y denunciaron la caducidad de los mandatos de los cargos decididos por el sector oficialista en otro Congreso, el 9 de mayo de 2014.
El peronismo no alineado con el gobierno nacional reclama además la realización de internas partidarias en mayo del año próximo.
Luego del encuentro, la jueza Servini de Cubría prometió analizar las presentaciones, pero no puso plazos para decidir sobre la cuestión. Así, el justicialismo sigue a la espera de una decisión judicial, que ya lleva varios años de demora.
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