La Villa de la Quebrada comenzó a recibir entre este miércoles y jueves a sus primeros visitantes, que en total ya suman unos 7 mil según las cifras de la Policía de la Provincia.
De ese total, unas 250 personas son peregrinos que llegaron a pie para animar la previa de los tradicionales festejos que convierten al pueblo en la capital puntana de la fe.
El jefe del operativo de seguridad y tránsito, Claudio Latini, dijo que hasta las 8 de hoy, habían contabilizado el ingreso de casi 1.650 vehículos.
“Por ahora, está todo muy tranquilo y con poca movilidad. Siempre el primer día es así, el fuerte va a ser mañana (por el viernes 1 de mayo), que es feriado y es cuando comienza a venir mucha cantidad de gente, hasta de otras provincias, como Mendoza y San Juan”, explicó Latini, quien recordó que a partir de las 14 y hasta las 21, la policía cortará el tránsito en la avenida 25 de Mayo, en el tramo que va de La Punta hasta la Villa de la Quebrada.
Todo listo para esperar a los promesantes
Este jueves por la noche cientos de peregrinos prepararán sus zapatillas, y con el rosario en mano y mucha voluntad, comenzarán la caminata hacia la Villa de la Quebrada. Los casi cuarenta kilómetros que separan la capital con el pueblo son recorridos con mucho sacrificio y devoción, en agradecimiento al Cristo por algún favor cumplido o para realizar alguna promesa. Como ya hace varios años, los caminantes recibirán asistencia del Municipio de La Punta, que les brindará agua, café y baños químicos, desde las 18, en la rotonda de ingreso a la ciudad (ubicada en la Autopista 25 de Mayo y Bulevar Las Cañadas); y también serán recibidos en la Villa con asistencia médica y bebidas.
La Iglesia de la Villa estará abierta durante toda la noche para aquellos pasan directo a confesarse y a participar de la primera misa.
En Renca los peregrinos comenzaron a llegar desde que inició la novena, el pasado 24. “Viene mucha gente de Tilisarao caminando, son ocho kilómetros. Además, hay un grupo llamado ‘La Caravana de la Fe’, que llega en bicicleta desde Villa Mercedes, y otros desde Paso Grande a caballo”, contó la intendenta de la localidad, María Ester Farina.
En el santuario los esperan con agua, y en la salita del pueblo hay guardia permanente, y una ambulancia disponible.
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