El corte por la construcción de badenes en la intersección de la ruta provincial Nº 3 y la Salvador Segado, en el sur de la ciudad, generó ayer algunas complicaciones vehiculares. Los tachos naranjas indicaban que el paso estaba interrumpido desde avenida IV Centenario hasta Gervasio Escudero. La alternativa, desviar por Ascasubi. La obra, a cargo de Alquimaq, durará veinte días pero en su totalidad demandará 6 meses, en los cuales habrá otras interrupciones de tránsito parciales. Esta nueva restricción se suma a otros puntos de la ciudad que provocan que salir o ingresar se convierta en un calvario.
La medida obliga a quienes quieran circular hasta las inmediaciones de la Autopista de las Serranías Puntanas a tomar por avenida IV Centenario hasta Ascasubi y doblar en Gervasio Escudero. Así, retomarán detrás del predio del club de “El Lince”.
El corte generó filas de autos por Ascasubi y también por IV Centenario. Solamente tenían permiso para pasar por donde estaban los obreros las personas que trabajan o viven en la zona.
Según Ariel Cocco, ingeniero de Alquimaq, la obra pretende evitar las inundaciones de los caminos en épocas de lluvia."Vamos a hacer un bulevar y una rotonda para el acceso a los barrios del sur. Esto descomprimirá un poco el tránsito y evitará los accidentes", aseguró Cocco.
Las tareas no son las únicas que provocan embotellamientos y demoras en la ciudad. En el acceso por Avenida del Fundador las columnas vehiculares llegan hasta el Puente Derivador para aquellos que, en las primeras horas de la mañana, se dirigen a sus trabajos o llevan a los chicos a la escuela. La complicación comenzó con la construcción del puente a desnivel en la intersección de la ruta Nº 147, la avenida parque y el camino a Terrazas del Portezuelo, también a cargo de Alquimaq. Además, la construcción de la "senda peatonal elevada" del Municipio provocó algunos accidentes de motos y autos que se "comieron" el "lomo de burro".
Hasta mediados de mayo, la obra del Viaducto del Portezuelo llevará a los conductores a tomar vías alternativas para ingresar a la capital por el este. La avenida fue cortada en el tramo entre Riobamba y la estación Bella Vista, y la ruta quedó inhabilitada en el Puente Derivador.
El centro es un caos
Las obras de cambio de baldosa en las veredas, el ensanchamiento del bulevar, la construcción de un desagüe y una rotonda en la intersección que une plaza Pringles, el Correo y el edificio de Turismo, por parte de la Comuna fueron un combo ideal para que manejar por el microcentro sea una tarea casi imposible.
Los primeros días de marzo, la Municipalidad anunció que cortaría el tránsito en dos cuadras de calle San Martín y otras dos de Junín. Éstos se sumaron al tramo de la Illia desde el Correo hasta Chacabuco. Luego, comenzaron a cortar por tramos, entre Mitre, Caseros y Constitución.
Calles como Pedernera, Chacabuco, Belgrano, Lavalle, entre otras son intransitables en horas pico.
Los primeros embotellamientos en el centro comenzaron a principios de enero en el tramo que comprende San Martín y Chacabuco cuando cortaron para reestructurar la avenida Illia
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