Sólo en algunas esquinas de las calles de la ciudad, como Tomás Jofré y Colón, el poste que indica el nombre de las calles tiene una chapa gris escrita con el sistema braille con la misma información. Ahora quieren ampliar esta señalización a todo San Luis a través de un proyecto de ordenanza, que tomó estado legislativo el jueves y ya está en la Comisión de Seguridad, Higiene y Salud Pública. La norma establece que, como mínimo, la información para los no videntes contendrá el nombre de las calles y la altura en cada intersección. La propuesta, presentada por el concejal de Compromiso Federal, Marcelo Amitrano, también pretende que en cada cuadra se coloque cartelería que indique a los disminuidos visuales la presencia de edificios públicos, financieros y comerciales.
Además, se busca que los comercios que venden alimentos o bebidas ofrezcan un menú o carta en braille con las mismas opciones a la que tienen acceso las personas videntes. La legislación apunta a que esta ayuda se pueda extender a las oficinas públicas municipales, para que expidan papelería, documentación para trámites o folletería que sea accesible para ciegos.
La legislación determina que los empleados municipales que trabajan en la calle deberán contar con una capacitación y entrenamiento para poder prestar mejor asistencia.
El proyecto nació cuando un grupo de no videntes le planteó a Amitrano los problemas que encontraban en supermercados e hipermercados y pidieron generar mayores condiciones de accesibilidad y libertad dentro de los comercios.
“Obviamente no se puede colocar un cartel en braille en todos los productos. Hay experiencias internacionales en trabajar con góndolas especiales o que un día a la semana haya una asistencia especial”, sostuvo el edil, quien indicó que la norma establece que la Intendencia destine un 0800 para recibir denuncias.
“No son proyectos acabados. la idea, a partir de reuniones con personas interesadas, es avanzar para una ciudad más accesible. Estos tres proyectos son unos disparadores para empezar a debatir con personas no videntes y sordomudos. Lo que necesitábamos era ponerlo en la agenda de discusión”, explicó Amitrano. El debate continuará el martes próximo a las 11 en la comisión de Seguridad, Higiene y Salud Pública con la invitación a todas las asociaciones del sector.
La profesora en Discapacitados Visuales y representante del Instituto de Idiomas de la ULP, Laura Brusco, presenció la última sesión y se mostró contenta por haber sido convocada para redactar el proyecto: “En el Concejo hay un espíritu de una sociedad inclusiva y gente operativa. Es interesante este camino propuesto por la Municipalidad con la ampliación de veredas, pero las personas se encuentran con motos, mesas y material de construcción. Por un lado hacemos cosas y por el otro no tenemos conciencia de que esas veredas son para todos. Quizás las personas, ante este panorama, optan por no salir a pasear”.
Amitrano también presentó en el Concejo Deliberante otras dos iniciativas similares. Propuso que en todas las reparticiones u organismos de cualquiera de los tres Poderes del Estado Municipal con atención al público tengan la obligación de contar con personal capacitado en el lenguaje de señas. Además, quiere conformar el Consejo Asesor Municipal de Accesibilidad Urbana.
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