Los menonitas llegaron para enriquecer a la sociedad sanluiseña

Los primeros seis integrantes de la colonia menonita que se instaló en un campo a 20 kilómetros de Nueva Galia anunciaron en setiembre del año pasado que venían a quedarse a San Luis porque buscaban un futuro para sus hijos y nietos. Ese mes Abraham Wiebe y su hijo, Juan Bergen Peters, Jacob Neufeld, y el matrimonio de Abraham y Anna Wall llegaron a la provincia para concretar la compra de unas tierras que les permitiera cambiar de rumbo porque según contaron  la comunidad que habían formado en Chihuahua, México, no tenía buenas perspectivas.
Casi un año después no sólo hay 26 familias instaladas en las casi 10 mil hectáreas en el sur de la provincia.  Allí ya nació la primera puntanita en esa comunidad: Anita Martens. El primer objetivo fue armar un tambo para producir leche, quesos y pronto esperan tener una fábrica de lácteos. También fabrican muebles de madera y trailers para cargas que arman en un taller metalúrgico.
Los pobladores de los departamentos Dupuy y Pedernera ya los incorporaron como sus vecinos porque cada tanto se trasladan en las camionetas 4x4 hasta Nueva Galia para hacer sus compras en la ferretería o el almacén y también visitan al médico en Villa Mercedes. Aparte de trabajar para la comunidad, algunos hombres son contratistas en campos aledaños y las mujeres, en cambio, cuidan a los hijos, confeccionan sus prendas de vestir características y se encargan de mantener uno de los tantos legados: el idioma alemán.
Su rutina es levantarse a las seis de la mañana en verano y a las ocho durante el invierno. Primero ordeñan las vacas y después pasan a la tarea de trabajar la tierra: producen cereales como avena, maíz, soja, trigo y sorgo, que utilizan en sus preparaciones. Al mediodía hacen una pausa para almorzar y sin dormir la siesta, siguen hasta las ocho de la noche con sus labores. El trabajo es de lunes a sábado y el domingo cumplen con el ritual de la misa en su propia iglesia.

Alberto saludó a la primera puntanita

Alberto Rodríguez Saá fue invitado y agasajado por la comunidad menonita con una merienda donde le hicieron probar sus exquisiteces dulces y aprovecharon para presentarle a la nueva integrante de la colonia: Anita Martens, la primera menonita puntana que nació hace tres meses. Su papá se llama Jacob Martens y es un jardinero canadiense que llegó junto a su esposa Anna Friesen. La familia informó que la niña nació el 7 de junio en el hospital de Villa Mercedes.

“Alberto fue invitado a conocer la comunidad donde los líderes Juan Bergen y Abraham Wall le contaron lo que  lograron desde que se establecieron en diciembre del año pasado. Primero recorrió las 9.700 hectáreas, de los campos `El Tupá´ y `El Colorado´, ubicadas a veinte kilómetros de Nueva Galia. Conoció las viviendas, el tambo, la fábrica de muebles de madera y el taller de metalúrgica”, contó Sergio Freixes, senador del departamento Dupuy.

El legislador explicó que “ahora producen quesos y leche porque incorporaron 200 vacas, de las cuales 30 ya las usan en el tambo. Las mujeres cocinan galletas y confituras que son su especialidad y todo lo comercializan en los pueblos de la zona y también lo llevan hasta la comunidad que está en La Pampa”. También visitaron el futuro edificio de la iglesia y la escuela que está en construcción y dijo que “Alberto se mostró muy contento con el proyecto productivo que abarca toda la colonia que hoy tiene radicadas veintiseis familias que suman unas ciento cincuenta personas. Pero la proyección de los líderes menonitas es llegar a tener cien familias en los próximos diez años”.