El sismo de Chile que hizo temblar la provincia de San Luis y otras como San Juan, sorprendió a los vecinos. “Se mueve la mesada”, le dijo Noelia Ojeda a su marido Diego, mientras preparaba la leche para sus hijos Maicon (12) y Gael (12). La mujer de 31 años vive en Naschel y estaba en la cocina-comedor con su familia cuando sintió el movimiento.
“Me temblaban las piernas y sentí mareos, igual que mi hijo pequeño. La puerta del baño, la de la habitación y el espejo comenzaron a moverse. Por eso decidimos salir a la vereda todos”, contó. Noelia intentó llamar a una vecina de su barrio, el 5 viviendas, cuando descubrió que no tenía señal en el celular.
Alejandro Samos es periodista de El Diario de la República, vive en La Punta pero nació en Monte Comán, Mendoza. En ese pueblo estuvo hasta los 15 años (ahora tiene 32). Como buen mendocino tiene experiencia en temblores pero “como el de hoy, (por el miércoles) no había experimentado ninguno”, aseguró vía telefónica.
“Estaba en el comedor, frente a la computadora. La mesa tiene rueditas, por eso al principio creí que el movimiento era provocado por las ruedas. Pero después observé las lámparas, colgadas a unos cuarenta centímetros del techo, la llave colocada en la puerta y me di cuenta de que era un temblor”, detalló Alejandro. Primero se colocó bajo el marco de la puerta y a los pocos segundos salió a la vereda. Su mamá “Negrita” lo llamó al celular desde el consultorio del dentista. Ahí comprobó que tenía señal.
Poco antes de las 20, en el Departamento Rivadavia de la provincia de San Juan, Patricia Fernández llegó a su casa con su hijo Nahuel, de seis años. “Estábamos en la cochera guardando el auto cuando todo comenzó”, detalló. Patricia y el niño decidieron quedarse en el garaje de la vivienda ubicada en el Barrio Universidad Católica. “Estábamos asustados. El lunes había ocurrido lo mismo”, recordó.
Para algunos fue la primera experiencia, para otros una nueva. Todos vivieron el temblor con ansiedad.
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