Leo García brilló en Potrero de los Funes

En el día del cumpleaños de Luis Alberto Spinetta, Leo García debutó en San Luis y homenajeó con tres temas al genial fundador de “Almendra”. Mientras eso sucedía en Potrero de los Funes, durante el Festival Positiva que se hizo en "Lunamakena"; en otro espectáculo que se hizo simultáneamente en la localidad tiraron fuegos de artificio. Para el cantante, todo fue parte de un conjuro cósmico que hizo coincidir esos momentos y que lo hizo emocionar.

Sobre todo porque dos de los tres temas enganchados que García hizo de Spinetta no conforman habitualmente el repertorio de Leo. El resto de los temas que conformaron el concierto fueron hits propios y ajenos que hicieron bailar a unas 400 personas que llegaron para escuchar al solista.

El show tuvo tres etapas bien definidas. La primera mostró a Leo solo con su guitarra y un recorrido por temas propios (“Hotel junto al aeropuerto”, “Cuarto creciente”) y las primeras versiones, con visitas a “De música ligera” y “Nunca quise”, de “Intoxicados”. 

En la segunda parte Leo dejó la guitarra a un costado y con ella el espíritu fogonero que tenía el recital hasta entonces –que se coronó  con la presencia de “Canción para mi muerte”, el himno de fogón del rock nacional- para convertirlo en una suerte de rave al pie de la sierra.

García bajó hasta las primeras filas del público, repasó sus temas bailables y se sacó fotos con quien se lo pidió. “Selfie, selfie, selfie”, cantó al ritmo del golpeteo electrónico de los samples que acompañaron a “Morrisey” –el máximo hit de su carrera-, “Reírse más” y “La isla del sol”, un tema de Leo popularizado en todo el país.

El desparpajo con el que el solista hace pop blanco e inocente y la ausencia de prejuicios con la que construyó su carrera le hicieron pagar un precio que se cotizó con una masividad que varias veces amagó con abrazarlo, pero nunca terminó por hacerlo.

La mención en el recital de “Tomate el palo”, de Miss Bolivia,–con quien Leo actuará el domingo que viene en un programa de América- y de “Corazón valiente”, de Gilda, fueron una demostración más de la apertura inusual que tiene García en relación con sus colegas. “Por ahí, si me dedicara a un género exclusivamente, si me repitiera, sería más exitoso. Pero no me importa”, reflexionó el cantante al final del recital.

Entre tanto homenaje al rock nacional, venía faltando la traída de Gustavo Cerati al escenario de Potrero de los Funes. Leo no sólo fue apadrinado y trabajó con el líder de “Soda Stereo”, sino que es ante todo un profundo admirador de su obra. “Lago en el cielo” sonó ideal ante la cercanía del espejo de agua y en contrapartida con “La ciudad de la furia”. La trilogía terminó con “Trátame suavemente”.

El final fue nuevamente con el sabor a rave que entregó “Bailar”, su nuevo tema que desde el título deja en claro sus objetivos. Si la misión de Leo García es conquistar a su público en cada presentación, el primer paso en San Luis estuvo cumplido.