Relatos argentinos: Litto Lucero en la última noche de Cosquín

Para Litto Lucero, su presentación en la última luna de Cosquín podía representar dos cosas. “O un tobogán que te hunda, o un trampolín que te lance”, pensaba antes de salir a escena. A juzgar por la respuesta del público, por la recepción en la conferencia de prensa posterior y por el acercamiento de tres representantes de artistas que le dejaron su tarjeta, el festival fue una plataforma de despegue.
En los dos cuadros que tuvo en la noche final del festival, Lucero regó el escenario de palabras y poesía. Y en ambas entradas tuvo que lidiar con sus gestos ante un público encendido por los números anteriores. Primero, el puntano entró después de la fiesta de “Los Huayras”; y luego tras el paso de Vitillo Abalos.
La actuación del representante provincial tuvo más trascendencia porque no es común que Cosquín permita que recitadores ocupen horarios centrales en su grilla. “Ojalá que a partir de ahora se abran más puertas para mí y para mis colegas”, dijo Lucero ayer a la mañana, recién llegado del festival.
El recorrido del puntano en la localidad cordobesa también abarcó una presentación en la peña oficial del festival, donde hizo cuatro recitados, pese a que habían acordado que fueran dos. "La gente no me dejaba ir", sostuvo.
Litto fue la parte final de una cartelera coscoína muy nutrida en cuanto a presencias puntanas. Un repaso rápido indica que los cuatro primeros días, el bailarín Rodrigo Garraza fue parte de la apertura como parte del ballet Camín. Luego, La Patria, la agrupación de bailes tradicionales villamercedina, tuvo una doble actuación y, el mismo día, Raúl Lavié tocó con el Ensamble Provincial en la presentación de su disco. El sábado, San Luis volvió a tener presencia con la delegación oficial, de la que también Lucero fue parte.
Pero el día de gloria del recitador fue el domingo. A las 22:35 subió para hacer el poema “Entre hombres”, de Chacho Santa Cruz, junto a Dayan Bartolone, integrante del ballet Martín Fierro. En la puesta –ideada por Stella Marys Campos, directora de la agrupación y esposa de Litto-, el recitador interpretó a un hombre que aconseja a su hijo de 15 años que no abandone el rancho.
La segunda aparición del puntano fue la más emotiva y llegó después de la medianoche. Y representó un desafío porque por primera vez Lucero se animó a cantar ante tanta cantidad de gente. En la aventura, el puntano estuvo acompañado por el guitarrista Diego Sosa y por varios bailarines del “Martín Fierro” y algunos invitados del ballet “Reencuentro” de Justo Daract y de otras provincias, como Catamarca y Buenos Aires. A ellos se les sumó el cuarteto de malambo “Imperio”, de Río Cuarto, que tuvo una pequeña participación.
También armado por Campos, el cuadro estuvo basado en “Argentino hasta la muerte”, una poesía que resalta el ser nacional y que en boca de Litto sumó emoción, con un detalle sobre el final, cuando el recital sumó la palabra “puntano” al título. “Fue un gustito que me quise dar”, explicó.
Lucero llegó a Cosquín el viernes 22, un día antes del inicio del festival para dictar junto a su esposa un curso sobre "Danzas del Nuevo Cuyo". Hace 14 años que la pareja se instala en la localidad durante los días de festival para expandir los ritmos de la región ante los curiosos de todo el país.