Frente a la crisis, cada vez más puntanos usan la tarjeta de crédito

Contra la crisis económica, comerciantes y consumidores en general afilan los lápices para mejorar las condiciones de pago, por un lado, y poder llevarse el producto sin que el visor del posnet señale: “Fondos insuficientes”. Por ello, en la provincia, como en el resto del país, sigue creciendo el uso de la tarjeta de crédito y el aumento en la cantidad de cuotas sin interés. Actualmente en rubros como el de la indumentaria o el automotor, además de las grandes casas de electrodomésticos y supermercados, de cada 10 clientes, alrededor de 8 piden y tratan de pasar el plástico. Un 10 por ciento más que hace unos 9 meses.

Carlos Luna, dueño de una empresa dedicada a los materiales eléctricos y de otra que ofrece repuestos para los vehículos, contó que cada vez la gente pide más cuotas, además de esperar al jueves, viernes o sábado, para aprovechar el plan nacional “Ahora 12”, que seguirá por lo menos hasta setiembre.

“De cada diez, entre cinco y seis personas lo llevan con crédito, aunque nosotros tenemos muchos que directamente tienen cuenta corriente. De todas maneras, es muy raro que saquen efectivo”, describió Luna y agregó sobre su otro negocio: “En lo que respecta a los autos, ahí sí se nota más. Quieren  mantener los autos, entonces piden nuevas baterías o repuestos, pero siempre con la máxima cantidad de cuotas posibles. Y nosotros tratamos de ampliar el plan, sin el menor interés posible, porque como comerciantes, necesitamos vender”.

En el caso de la ropa, la financiación también viste a la moda. Carolina Lucero, encargada de un local céntrico, señaló que generalmente el 80% de las operaciones responden al crédito.

“Por eso se trata de recargar lo mínimo, para que la gente pueda llevarse el artículo, más allá que siempre, de este lado del mostrador, tenemos un costo extra", aclaró, mientras que Maximiliano Reinoso explicó que en su distribuidora de alimentos, el pedido por el posnet también es moneda corriente.

“En realidad, la gente ahora ‘tarjetea’ lo que venga. Antes en un quiosco ni existía, ahora en todos lo piden. Y es parte de esta nueva modalidad, porque incluso hay familias que sacan un pedido en el súper en 6 cuotas, y al otro mes, sacan otro a 6 más. Es decir, lo que te permite es ir ‘pateándolo’. El tema es que se van endeudando, y para mí, de los que consumen así, el 80% debe pagar sólo el mínimo”, afirmó Reinoso, en coincidencia con la mirada del presidente de la Cámara de Comercio de la ciudad, Vito Carmosino.

El también dueño de una casa de deportes, explicó que más allá de los planes de financiación, el público cada vez tiene menos capacidad de compra, por su endeudamiento permanente y el laberinto que significa pagar sólo el mínimo del resumen.

“Cuando vienen las fiestas o en otras fechas especiales, como este último Día del Padre, la gente saca de donde puede para comprar. El tema es que los ingresos del empleado no son ilimitados, y ya sus salarios están sumamente comprometidos con las tarjetas. Entonces llega el momento donde la pasan y no tienen fondos. O empiezan a pasar parte de la compra con una, y el resto con otra. Y por otro lado, cuando les llega el monto a pagar, cancelan sólo el mínimo, y la refinanciación del saldo tiene intereses altísimos. Es decir que terminan entrando en un espiral del que es muy difícil salir”, indicó Carmosino, quien contó que para alentar el movimiento, algunas casas de electrodomésticos y grandes cadenas, pasaron de las clásicas 6 y 12, a 16 y 18 cuotas sin interés. “Y los negocios más chicos también intentan ofrecer la mayor cantidad de pagos, pero tampoco es tan fácil porque tienen que analizar toda su estructura de costos, sumado a que hay que pagar la luz, el teléfono, que vienen con aumento. Es decir, estamos en un momento bastante complicado”, lamentó.