15°SAN LUIS - Viernes 10 de Mayo de 2024

15°SAN LUIS - Viernes 10 de Mayo de 2024

EN VIVO

Tras cuatro años de lucha, la pequeña Sofía fue trasplantada

Por redacción
| 06 de junio de 2016
Los hermanos, siempre unidos. Sofía (6) junto a Kevin (1), Rousy (4), Sashya (9) y Lourdes (11).

Tranquilamente podría ser el guión de una película ganadora de algún premio internacional. La historia de Sofía Pedernera arrancó hace unos cuatro años, cuando los médicos descubrieron que tenía insuficiencia renal crónica, por una hipoplasia renal bilateral. Hace menos de dos semanas apareció un riñón y la llevaron a Córdoba, donde la trasplantaron. En los próximos días, luego de un par de controles más, volverá a su casa del barrio Lucas Rodríguez.

 


Pero para llegar a este final, la pequeña y mamá, María José Lozano (30), tuvieron que luchar contra vientos y mareas, robos, diálisis permanentes y un teléfono que no sonaba.

 


“El 9 de setiembre del año pasado entró a la lista de espera. Estaba cuarta. Mientras, seguíamos con el tratamiento de diálisis con la máquina, pero cada vez todo se ponía peor, porque si bien la ayudaba en la parte renal, se le había empezado a complicar en el tema óseo; ya caminaba mal y le dolía”, le contó la madre a El Diario de la República.

 


Los días pasaban sin demasiadas noticias positivas para los Pedernera, hasta que el jueves 26 de mayo de 2016, a las 00:30, sonó su celular con una llamada entrante que decía “Sanatorio Allende”.

 


“Yo ya sabía que ella estaba casi primera en el orden de prioridad. Así que estábamos prácticamente pendientes del teléfono, todos los días. Y vi que eran ellos y lo puse en altavoz. Fue una emoción enorme; la doctora nos iba contando y todos llorábamos".

 


 Para saber si el riñón era compatible, inmediatamente fueron al Policlínico Regional desde donde enviaron una muestra de sangre a Buenos Aires. Y con los bolsos armados en tiempo récord, partieron para la clínica cordobesa.

 


A las 8 de la mañana del mismo jueves ya estaban haciendo los trámites de internación. Y cinco horas después les confirmaron que era compatible y encararon el prequirúrgico con más expectativa, deseos y esperanza que cualquier sentimiento relacionado con el miedo; por lo menos durante esas horas previas.

 


“Cerca de las 20:30 entró al quirófano y ahí sí me asusté y estaba mal. Igual, somos muy creyentes, y en ese sentido, siempre sentimos la compañía de Dios; más en ese momento. Encima un rato antes el médico nos había advertido que era una intervención con un riesgo elevado porque ella tenía una anemia crónica, por lo que no se recomienda hacer transfusiones, pero que igual tenían que hacerlo. Pero lo más increíble de todo es que cuando Sofi iba en la camilla, yo estaba destruida y ella le hacía chistes a los doctores, como para mostrarse fuerte y hacerme reír”.

 


Tres horas después, mientras María José rezaba en la capilla del propio sanatorio, el equipo médico salió, le sonrió y le dio la noticia más esperada.

 


“Lloré un montón y les agradecí muchísimo porque siempre me acompañaron y ayudaron un montón, al igual que a los enfermeros. Después, cuando Sofi salió tenía que quedar aislada, y lloraba porque me quería ver. Y cuando se despertó, me pidió comer milanesas, que es su plato favorito; pasa que venía con 24 horas de ayuno”, recordó la mamá con felicidad, aunque con una voz extremadamente cansada.

 


Si bien le dieron el alta el viernes pasado, se quedarán en Córdoba por dos semanas más para realizar los controles postquirúrgicos. Pero cada vez está más cerca de reencontrarse con sus hermanos Kevin (1), Rousy (4), Sashya (9) y Lourdes (11); y su papá, Diego Pedernera; además de sus compañeros del colegio San Ignacio y yoga.

 


“No veo la hora de volver, porque tengo a mis otros hijos. Viene la etapa de los cuidados intensivos, pero tenemos un alivio enorme, porque si bien ella sabe para qué sirve cada remedio, qué enfermedad tenía y siempre se mantuvo feliz y me dio muchísimas fuerzas y me aseguraba que ella se iba a poner bien, ya estaba cansada de hacerse diálisis, de conectarse día tras día; le dolía mucho”.

 


Atrás quedará la máquina, los cables y la lucha diaria, aunque sea por unos años. Fin.

 


LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo