Hasta ayer (sábado), la defensa de Diego Sebastián Agüero cobijaba la esperanza de que el joven de 25 años, detenido por abusar y embarazar a su sobrina de 12 años, no fuera procesado. Días atrás, el defensor oficial Carlos Salazar le pidió a la jueza Penal Nº 3 Virginia Palacios que le dictara la falta de mérito, con tres argumentos. Por un lado, la declaración de la víctima, que le contó a una psicóloga del Poder Judicial que ella y su tío se enamoraron, que mantenían una relación clandestina y que tuvo relaciones sexuales consentidas con él, en varias oportunidades. Por otro, Salazar remarcó que Agüero, un hachero que siempre vivió en un paraje próximo a La Calera, no sabe ni leer ni escribir. Y, en base a esto, esgrimió, por último, que el imputado había actuado en “error de prohibición”. Dicho en otras palabras, Salazar razona que la falta de escolaridad y las condiciones de vida desfavorables que ha tenido en el campo, sumadas al enamoramiento, no le permitieron al imputado comprender que lo que le hacía a su sobrina es un delito. A pesar de los intentos y alegatos del defensor, la magistrado procesó ayer a Agüero y ordenó su traslado al Servicio Penitenciario Provincial.
Está acusado de abuso sexual con acceso carnal, con un agravante: la convivencia preexistente.
Más Noticias