Stamateas: "El prejuicio es una generalización basada en el temor"

Para el reconocido psicólogo y escritor argentino, Bernardo Stamateas, la clasificación rígida de las personas y sus prácticas, genera confianza y seguridad. Por lo que toda diferencia resulta una amenaza que hay que atacar.

“Hay mandatos que son socialmente aceptados por una gran mayoría. Y hay que ser muy valiente para desafiarlos. Efectivamente, las personas inseguras que abrazan un determinado mandato te van a castigar por ser diferente, porque el prejuicio es una generalización basada en el temor. Entonces, por el contrario, cuanto más seguro es un individuo, más acepta la diferencia, porque esto enriquece la cultura del pensamiento”, explicó Stamateas, para luego describir un proceso histórico. Así, apuntó a las manadas, que se arman a partir de semejanzas, de estereotipos culturales que buscan catalogar, por ejemplo, los gustos, pero de manera estricta.

“Somos seres productos de la cultura, y reproductores de la misma, que se entiende como un gran bazar de ideas que no sabemos bien quién las inventa, pero que están ahí. Entonces hay gente que las toma críticamente y otros tal como está, es decir, de manera firme. Pensemos en el concepto de ‘si sos flaca, sos linda y feliz’. Y aquella que tiene sobrepeso, adelgazó pero se encuentra que sigue con depresión. Es decir, en cada persona tiene que haber algo interno que legitime esa oferta. Vamos a otro ejemplo, donde por consenso decimos que a la mujer hay que tratarla como trapo de piso. Vos o yo, no compramos esa idea. Pero los que tienen ciertos rasgos previos de machismo, la van a tomar. Por eso, tiene que ver con la oferta de ideas que vienen de afuera, pero que también imperan dentro nuestro”, dijo y definió: “La peor ideología que ha soltado la cultura es el patriarcado, que es la fuente del machismo y el maltrato. El tema es que esto se alimenta tanto de los varones machistas como de algunas mujeres”.

Más allá de esta herencia y muchas puertas que el sexo femenino todavía no pudo tirar, Stamateas concuerda en cómo las nuevas generaciones son la llave de la igualdad y la evolución (por lo menos en este ámbito).

“La cultura siempre varía. Antes se daba por un proceso de 30, 40 años, donde no había grandes movimientos, y nuestros abuelos acordaban que el varón tenía que trabajar porque era el proveedor, mientras que la mujer debía cuidar la casa y a los niños. Pero ahora, cada 3 años nace una subcultura. Por eso estamos en una etapa de reacción hacia todo lo rígido”, concluyó el psicólogo.