El homenaje al rock nacional tuvo en “Black” Amaya a un excelso embajador que homenajeó a otros clásicos del género a la par de “Los Comechingones”, un seleccionado de músicos de localidades sanluiseñas como la capital, Villa Mercedes y Concarán.
Integrante de las dos agrupaciones, el “Negro Black” desbordó energía y carisma al recordar anécdotas. “Nos duele que se nos aparezca un colado diciendo que formó el rock nacional, pero los creadores son otros, los que estuvieron antes, así estamos, faltan letras que hagan pensar como antes”, comentó didáctico.
“Él es de la Primera Junta” bromeó el cantante Víctor García Garro, de voz nítida y precisa, otros veteranos de la formación son el bajista Jorge Albornoz y Juan Agustín Amaya, hijo de "Black", en percusión.
El resto son “amigos que conoció en el camino de la música”, como Danilo Baldo y Franco Baldini en guitarras. Después ingresó una tercera viola, la de Ulises Balza, un prodigio de 14 años. Mientras acomodaban -y tardaban- Black bromeó: “Eso pasa cuando tocás con muchos, por eso siempre me gustaron los tríos”.
Hubo un momento de distensión y fue cuando ingresó una torta por el cumpleaños de Black y todos le cantaron felices, con sus brazos abiertos Amaya abarcaba al público emocionado. Se lo notó divertido y distendido, y esa energía no decayó al terminar el show, no bajó del escenario y ahí nomás recibió a la gente que subió para saludarlo, firmar vinilos y besarlo. Todos partieron felices.
Fue un repaso por lo selecto del repertorio nacional, con éxitos de Los Gatos, David Lebón, Vivencia, Almendra, Vox Dei, Moris, Manal, y un cierre poderoso con temas de Pescado Rabioso y Pappo’s Blues.
Últimos abrazos en camarines y a festejar a una casa de amigos.
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