Ni las patas de conejo, el trébol de cuatro hojas o cualquier otra cábala o amuleto pueden superar la energía y luminosidad de la sonrisa angelical de Marcos Pared, un villamercedino de 11 años que el martes conoció a su ídolo máximo Carlos Tevez, a quien le trajo suerte antes de partir a Mar del Plata a jugar con Lanús. En el encuentro, el delantero de Boca prometió dedicarle un gol y el carisma mágico del niño obró para que convirtiera dos tantos que valieron el pase del equipo a cuartos de final en la Copa Argentina. Esos goles tuvieron una carga emocional tan grande que “Macu”, como le llaman cariñosamente, sorteó exitosamente una intervención quirúrgica que tenía programada, justo en el día del partido, en el Hospital Garrahan de Buenos Aires, donde hoy se recupera de a poco.
El nene es fanático de Boca y de "Carlitos" desde chico, tanto que según contó su mamá Romina Alao "sufre todos los partidos y reniega si alguien le dice o hace algo". Ese gran sentimiento impulsó a su tía, la modelo Dinorah Alao, a su amiga Pía y a la conductora Nazarena Marcollese a que gestionaran una breve reunión para que el jugador xeneize pudiera firmarle la camiseta.
"Cerca del mediodía fuimos a Casa Amarilla, los jugadores tenían un entrenamiento a puertas cerradas y en el espacio entre almorzar y ducharse Tevez nos recibió. Fue sorpresa para Marcos, no le dijimos nada para preservarlo porque si salía una emergencia y no podía verlo, iba a quedar muy decepcionado. Le dijimos que era un concurso de dibujo y terminó viéndolo. Fue muchísima la emoción al punto que nosotros teníamos que hacerlo hablar porque se quedó shockeado, no terminó de entender lo que valía estar ahí y conocerlo", relató Romina.
En su ilustración "Macu" le pidió a Tévez que no dejara el club. "Calito no pode ite de Boca", escribió con su puño y letra, a lo que el "diez" respondió que no lo haría a menos que no pueda jugar más. "Le prometió que si hacía un gol se lo iba a dedicar, por eso al ver loss goles los gritamos desde terapia, fue re emocionante", contó la mujer.
El niño llegó esta semana a la Capital bonaerense acompañado por su papá Jorge y Romina porque debía operarse de una malformación y un quiste que le obstruía la médula, lo cual le provocaba vómitos y dolores en las extremidades y la nuca desde hacía unos meses. Por eso el triunfo de Boca ante Lanús tuvo que verlo desde una de las camillas de la Terapia Intensiva del Garrahan.
Es la sexta intervención quirúrgica que le practican y, aunque siempre ingresó tranquilo, su mamá confesó que el ánimo de "Macu" fue mucho mejor el miércoles. "Es súper positivo y siempre está con una sonrisa, pero el sumarle esto fue como tocar el cielo con las manos. Entró con más pilas y queriendo ver el partido; le dijo al padre 'fijate cómo hacemos para verlo'. Las enfermeras tuvieron que moverlo de donde estaba para que pudiera mirarlo, gritó los goles desde la terapia. Ahora tiene tres vías puestas, una sonda y pregunta cuándo le dan el alta, que se quiere ir a casa, a la escuela. Él nos contagia con su inyección de vida y de alegría", aseguró Romina.
En los veinte minutos que duró la entrevista, Tevez le firmó la camiseta, charlaron de la escuela, de los partidos de Boca y Marcos destacó que toma el yogur de la publicidad para no tener "pachorra". Varios medios nacionales (Ver "Repercusión...") se hicieron eco del humilde gesto del jugador y subieron las fotos y los videos del momento. También tuvo la suerte de conocer a los defensores Gino Peruzzi y Frank Fabra, de quienes quedó pendiente la firma de la remera. "Estábamos todos nerviosos y no nos dimos cuenta de que lo hicieran, pero como Tevez antes de irse le dijo 'nos vemos después de la cirugía, cuando ya estés bien', está la posibilidad de que la firmen. Fue muy sencillo, humilde y predispuesto. Agradecemos a todo el plantel, los directivos y la seguridad de cómo nos trataron", resaltó Alao.
El niño permanecerá en Buenos Aires para que los médicos puedan atenderlo si le surge alguna molestia. Sin embargo, la mayor preocupación de la mamá de "Macu" es la vuelta a casa, y no porque tema por su salud sino todo lo contrario. "El problema es cómo hago para bajarle el ego porque él cree que "Carlitos" lo conoció a él, y no al revés", dijo entre risas.
Una familia de luchadores
Los Alao han tenido un año de preocupaciones en cuestiones de salud. En junio, la modelo y conductora Dinorah debió someterse a un tratamiento quirúrgico y de radioterapia para contrarrestar una afección asociada al cáncer de colon, aunque afortunadamente hoy se muestra casi recuperada. Su hermana, Romina, ya había sido operada años antes de lo mismo. Por estos meses, el papel de guerrero le toca a Marquitos. "Se ve que hay espalda por eso tenemos que pasar todo lo que pasamos, porque podemos, vamos para adelante siempre. Marcos es muy carismático, mágico, me costó entenderlo, pero siempre me dicen que tiene un aura especial, que con su sonrisa, alegría y carisma conquista a todo el mundo", sostuvo su mamá.
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