Darío Rosas Curi: "La agresión que sufrí afecta al PJ provincial"

Todavía abrumado por la violenta situación que vivió en la casa del peronismo La Punta, Darío Rosas Curi contó lo ocurrido en la noche del jueves. Con los golpes aún frescos en su cuerpo, el actual presidente del Consejo Ejecutivo del PJ de la ciudad más joven de la provincia se prestó al diálogo con El Diario de la República y explicó en detalle la agresión que sufrió a manos de personas que, si bien son ajenas a la conducción del partido, están vinculados al actual intendente, Martín Olivero, ex ministro de Seguridad de Claudio Poggi.

-¿Qué ocurrió en la sede del PJ de La Punta?, ¿Cómo ocurrieron los hechos?

- Jamás imaginé que podría sufrir una agresión de este tipo. Realmente no me lo esperaba. En primer lugar quiero aclarar cómo se dio la agresión que sufrí. Porque hay un video, es cierto. Pero no muestra los instantes previos que fue cuando me golpean de atrás y sin ningún motivo un grupo de siete hombres. Estábamos dentro de las instalaciones del partido, todo era normal. Había dos agrupaciones debatiendo, en paz, los pasos a seguir dentro de la interna partidaria. Eran muchas más mujeres que hombres, hablábamos de distintos temas y ellas hasta tomaban mate. En un momento me voy a un costado para hablar por teléfono y en medio de la comunicación telefónica me  toman desde atrás dos hombres y un tercero me golpea, también a mis espaldas, en mi rostro. No entendía nada porque no hubo jamás una discusión. Fue una agresión sin ningún motivo y que, ahora podemos darnos cuenta, fue planeada. Fueron entre cinco o siete personas las que me agarraron y golpearon. Eso no se ve en el video que circula por las redes porque la agresión fue previa al contenido de la filmación. No está registrada.

- ¿La discusión, si la hubo, fue por un cambio de cerraduras de la sede del PJ?

- El presidente del Consejo Ejecutivo del PJ de La Punta soy yo. Y lo seré hasta que termine mi mandato. Es decir, a fin de año. Cuando disputamos la interna en la que compitieron Porporatto, Politti y Olivero, yo era el titular del PJ en La Punta y las llaves y el edificio entero eran mi responsabilidad. Y hasta hoy permanece así. Cuando Olivero ganó la interna y, de cara a las generales, le presté las llaves del partido a su gente para que trabajaran e hicieran diligencias en la sede relacionadas a la campaña. Era lo que correspondía. Pero luego me entero que se hicieron varias copias de esas llaves y decidí cambiar todas las cerraduras. Soy el responsable de la sede, es mi función cuidar los bienes del partido y tomo las decisiones en torno a eso. La sede del PJ es el lugar de todos los compañeros peronistas, no de los agresores o matones.

- ¿Y a qué atribuye la agresión?

- Desconozco los motivos de la agresión. Ellos dicen que no se los dejaba entrar y eso es falso. Las puertas estaban abiertas. Cualquiera podía entrar a escuchar o debatir sobre lo que opinábamos.Éramos unas sesenta personas, de ambas agrupaciones, charlando sin problemas. La agresión se dio totalmente fuera de contexto. Estaba hablando por mi celular y me agarran y golpean por la espalda. No conozco personalmente a los agresores, pero sí identifiqué al que me golpea en el rostro. Por las ropas lo individualicé porque me pegó y lo vi intentar huir. Me enojé muchísimo porque no entendí por qué me pegaron. Y no me siguieron golpeando porque zafé de aquellos que me agarraron de los brazos en un principio. Fue un momento muy tenso y desagradable, las mujeres que estaban allí, de ambas líneas políticas, se sorprendieron muchísimo. Estaban en shock, lloraban, nadie entendía nada. 

- ¿Conoce a alguno de los agresores? 

- No conozco a ninguno de ellos, pero hay testigos de la agresión que sí los conocen. Ya declararon eso. Yo no sé quienes son, pero identifiqué a la persona que me golpea, por la ropa. Por eso me enojo, pierdo los estribos, me enojo mucho porque me golpearon en forma cobarde y sin motivo alguno. No había un ambiente tenso, ni discusiones, por eso me sorprende. Pero, por el accionar, pienso que estaba planeado. Escuché por los medios que yo salí de la sede, pero eso también es falso. Estaba adentro de la sala, participando de las charlas. Las puertas estaban sin llaves, por eso entraron. Si las puertas hubiesen estado cerradas, ¿cómo hicieron para entrar? La gente que los conoce me dijo que son allegados a la agrupación del intendente Olivero. Fue un acto lamentable.

- ¿Ante este panorama, cómo continuará el proceso interno dentro del PJ de La Punta?

- Hasta que todo vuelva a la normalidad elaboraré un plan de trabajo para que las distintas agrupaciones puedan trabajar y usen la sede. Pero hasta que publiquemos el cronograma prefiero que en esta instancia nadie la ocupe. Así hicimos en la elección interna anterior. Esto no es nuevo, siempre nos manejamos así y todas las líneas políticas apoyaron la decisión. Por eso, por ahora, la sede no la ocupará ninguna agrupación. Oportunamente comunicaré el plan de trabajo.

- ¿Alguien del entorno de Olivero lo llamó para solidarizarse con usted? ¿El intendente Olivero se comunicó con usted?
- No, en absoluto. Hasta ahora no recibí ningún llamado de Olivero ni de su gente.

- ¿Cuánto perjudica a nivel partidario este tipo de conductas que parecían parte del pasado?

- Es lamentable lo que pasó. No sólo perjudica mucho al PJ de La Punta, pienso que afecta al Partido Justicialista provincial. Es una pena y realmente me sorprendió. No entiendo el porqué.

- ¿El intendente Martín Olivero es actualmente autoridad partidaria en La Punta?

- De ninguna manera. No lo es. 
 
- Usted ha sido un actor permanente dentro de la política de La Punta, ¿había pasado algo parecido antes?

-A lo largo de los últimos años gané siete elecciones y perdí una. Yo respondo a la conducción de Alberto y Adolfo. Los respeto, son las autoridades de mi partido. Bajo la conducción de ellos, siendo yo presidente del Consejo Ejecutivo del PJ de La Punta, se pusieron en juego doce bancas de concejales y ganamos las doce. Entraron en juego tres cargos de intendentes y el peronismo ganó las tres. De eso se trata, de llevar en lo alto las banderas del peronismo y respetar a nuestros líderes. A eso no lo cambian los matones.