29°SAN LUIS - Viernes 29 de Marzo de 2024

29°SAN LUIS - Viernes 29 de Marzo de 2024

EN VIVO

Prisión perpetua para Iván Jiménez por el homicidio del veterano de Malvinas

Por redacción
| 20 de diciembre de 2017
Jiménez tapa su rostro durante la lectura del fallo.

El miércoles, los jueces de la Cámara del Crimen 2 dictaron el fallo del juicio oral para el único acusado por el homicidio de Jorge Andrés Maturano. Iván Daniel Jiménez fue sentenciado como coautor del crimen. 

 

Iván Daniel Jiménez se tapó los ojos con las manos y se los restregó ante el primer síntoma de que no iban a absolverlo. Fue al escuchar que, según el voto del primero de los tres jueces, él fue el autor del homicidio agravado del veterano de Malvinas Jorge Andrés Maturano, asesinado de un balazo en su oficina de seguros de Belgrano casi Caseros, en el centro de San Luis, la noche del lunes 11 de julio del año pasado.

 

Segundos después hizo el mismo gesto, cuando oyó que los otros dos miembros de la Cámara del Crimen 2 adherían al voto del primero y decidían condenarlo a prisión perpetua. Ya no había lugar para las ilusiones. Se desvaneció su esperanza de zafar y, detrás de él, en los asientos para el público, sus familiares empezaron a llorar y a abrazarse sin consuelo.

 

Dos horas antes, cuando le dieron la oportunidad de decir sus últimas palabras antes de que el tribunal se retirara a deliberar, Jiménez accedió por primera vez a referirse al crimen por el que lo acusaban, ya que antes no había declarado. “Yo lo único que puedo decir es que no tengo nada que ver con el hecho, que los días 11 y 12 de julio yo estaba con certificado médico por accidente de tránsito”, afirmó.

 

“El miércoles 13 –siguió– me presento a trabajar, escucho que la Policía me andaba buscando por este motivo y, bueno, de ahí me asesoré con mi abogado qué podía llegar a hacer y me hizo un hábeas corpus contra la fuerza pública, por qué motivo me buscaban y, nada, eso”. Luego agregó: “El teléfono ése que está ahí es de mi hermana, la boleta la tengo. Y no tengo más nada que agregar”. Se refería al celular que la Policía halló en casa de sus padres y sería el que le habían robado a Maturano en el asalto. Al allanar esa vivienda, además del aparato los policías encontraron la pieza que resultó clave para adjudicarle el crimen a Jiménez: la tarjeta de débito robada al ex combatiente estaba semiquemada, en las cenizas de un asador.

 

Nacido en San Luis hace 34 años, padre de cuatro hijos, Jiménez fue castigado con la máxima pena que establece la ley argentina. Los jueces Hugo Saá Petrino, Gustavo Miranda Folch y Fernando de Viana –en ese orden votaron– lo encontraron culpable del delito de homicidio criminis causa, es decir, el que alguien comete para preparar, facilitar, consumar u ocultar otro delito; o para asegurar sus resultados o procurar la impunidad o por no haber logrado el fin propuesto.

 

El segundo gesto de contrariedad de Jiménez fue torcer, cada tanto, el cuello hacia los costados, como si quisiera librarse de una contractura. Así salió de la sala, con los dientes apretados, una vez oído el veredicto. Y cuando llegó junto a la hoja abierta de la puerta, sin que los policías que lo retiraban tuvieran tiempo de impedírselo, arremetió contra ella y le dio un tremendo cabezazo, que hizo saltar la llave.

 

El estampido del golpe caldeó más la bronca de sus familiares. Hasta ese momento sólo habían alzado la voz para hablarle a él, para decirle que lo aman y que no lo van a abandonar; pero con el ruido empezaron a gritar que no lo golpearan y que buscaran a los verdaderos autores del crimen. Lloraron, gritaron y tomaron a golpes la puerta trasera, por donde intentaban hacerlos salir.

 

La Policía ya había hecho salir de la sala a los familiares y amigos de la víctima, para evitar roces con los del acusado, algo que había ocurrido en la audiencia anterior, el martes. Por esos incidentes, por indicación del presidente del tribunal, ayer la guardia del Poder Judicial solicitó el apoyo del cuerpo táctico COAR Bravo, que custodió la sala. E hizo que los allegados de Jiménez se sentaran por un lado y los de Maturano, por otro, durante la audiencia en la que escucharon los alegatos y el veredicto.

 

 

Sin alevosía

 

La última jornada del juicio oral empezó con la noticia de que dos testigos que había pedido la defensa no habían sido ubicados por la Policía. Entonces la Cámara desistió de sus testimonios y dispuso pasar a los alegatos de la fiscalía y la defensa.

 

El fiscal de Cámara, Fernando Rodríguez, acusó a Jiménez como coautor (se sabe que actuaron al menos dos delincuentes) de un homicidio doblemente calificado, por la figura criminis causa y por alevosía. Porque mataron a Maturano una vez que lo golpearon y lo dejaron sin posibilidades de defenderse, argumentó.

 

Los jueces desecharon la figura de la alevosía. Y, por otra parte, también desestimaron la propuesta de la defensora oficial, Claudia Ibáñez, de que, en caso de que no consideraran, como ella, que Jiménez debía ser absuelto, encuadraran el hecho como un homicidio en ocasión de robo. Ese delito tiene una pena menor que el calificado: de diez a veinticinco años de cárcel.

 

La defensora también planteó –ése fue su cometido principal– que fue ilegal el allanamiento en lo de los Jiménez, donde hallaron la Banelco de la víctima y el teléfono que también sería suyo. Aunque el tribunal todavía no difundió los fundamentos de la sentencia, está claro que mantuvo en pie la validez del procedimiento donde hallaron las pruebas decisivas contra el ahora condenado.

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo