Nuevo hogar: adoptaron la perra que apareció sin una tira de cuero

La perra que fue encontrado el 24 de enero pasado mientras deambulaba por el barrio Campaña del Desierto, después que fuera brutalmente herida -le habían cortado una lonja del cuero del lomo, de lado a lado- ya tiene un hogar. Fue adoptada por la periodista Guadalupe Ortiz que apenas conoció el caso quiso hacerse cargo del can y pidió ser su adoptante. Después de varias semanas de tratamiento, ya recuperada, la perra ayer partió a instalarse en su nuevo hogar.

  “Supe de la agresión que había sufrido, vi las fotos e inmediatamente le dije a Laura Ferrer (la jefa del Programa Medio Ambiente) que si no aparecía el dueño yo la quería. Le mande un 'whats app' a mi mamá  diciéndole que teníamos mascota nueva, pero tuvimos que esperar a que apareciera el dueño. Como no lo hizo ahora me la llevo a casa”, manifestó Guadalupe mientras el cachorro se refugiaba entre sus piernas.

El amor por los animales viene de familia. Según contó "Lupe" -así la llaman su conocidos-, siempre adoptaron animales de la calle. "Apoyo mucho la adopción, no soy de la idea de comprar, hay miles de perritos en el refugio que buscan un hogar y que los podés hacer felices en un ratito, con sólo llevarlos y darles un hogar. Pero siempre con cuidados, porque tampoco puede estar atado en el patio ni al rayo del sol, es un integrante más de la familia", aseguró.

Después que la encontraron herida estuvo alojada en el refugio donde la suturaron y curaron. En el lomo pueden verse los más de cuarenta puntos que le hicieron y que ya están cicatrizando. Por una semana más deberá conservar el collar "isabelino" (un embudo de plástico alrededor del cuello) para evitar que se lastime al lamerse o rascarse con los dientes.

"Me indigna el maltrato animal como también las agresiones a los niños o personas. La violencia me indigna y más cuando es a seres indefensos como los animales, por eso quiero revertirle la corta historia, porque tiene apenas seis meses, de todo lo feo que vivió para darle amor en casa", indicó Guadalupe.

Junto con Elena, su mamá, la llevaron hasta la vivienda del barrio Viva San Luis donde también la espera otra perra, un poco más viejita. El nombre aún no fue develado porque estará a cargo de los sobrinos de la joven, que son los que siempre bautizan a los animales.

La adopción se concretó en las puertas de la Subsecretaría de Ecología y Medio Ambiente. "Estaba echada pero saltó cuando me vio que llegaba, ni que me conociera de siempre", dijo. A lo mejor fue porque en ese momento la perrita presintió que por fin dejaría de mendigar cariño para empezar a intercambiarlo.