Homenajearon al ex rector de la UNSL, Alberto Puchmüller

La comunidad de la UNSL acompañó ayer (viernes) un homenaje a un hombre clave en la historia de la institución: al ex rector Alberto Puchmüller, quien fue la primera máxima autoridad elegida democráticamente al regreso de la dictadura y un visionario que sentó las bases de lo que es la actual casa de estudios. El dirigente universitario ya tiene su imagen en el despacho rectoral y un busto en la explanada de ingreso al Rectorado, ambos junto al de su colega Mauricio Amílcar López.

La conmemoración en honor a "El Alemán" -como apodaron a Puchmüller sus amigos y compañeros- comenzó pasadas las 11, con la participación de su hija, Andrea y sus tres nietos, quienes descubrieron la imagen de su abuelo, fallecido hace 10 años (el 6 de junio de 2007), víctima de un paro cardíaco.

Del acto que se realizó en el ingreso principal de la UNSL, participaron el actual rector, Félix Nieto Quintas; el intendente de San Luis, Enrique Ponce, autoridades universitarias y municipales, docentes, no docentes, estudiantes, familiares y amigos. Los discursos estuvieron a cargo del secretario general de la Asociación del Personal de la UNSL (Apunsl), Alberto Geraiges, y de dos de sus colaboradores, Edgardo Spuri y Marcelino Iglesias, quienes mantenían un lazo de amistad con Puchmüller.

"Alberto fue el rector que nos permitió tener participación en el gobierno de la universidad con voz y voto", dijo Geraiges, quien recordó que esa decisión política se dio en 1988, en tiempos donde las acciones democráticas recién comenzaban a aflorar tras los años oscuros de la dictadura. "Cuando la Asamblea Universitaria estaba a punto de tomar esa determinación, íbamos a ser la segunda universidad del país, le llegó una llamada telefónica de Buenos Aires, en la que le dijeron 'te intervenimos la universidad', si le daba la participación a los no docentes", agregó.

Además, Spuri señaló que lo conoció por recomendación de un amigo, para proponerle la candidatura como decano de la Facultad de Química. Dijo que luego de una charla de cuatro horas, entendió que Puchmüller estaba para algo más grande: para ocupar el Rectorado.

"Dio su vida por esta universidad. No hubo nada más importante para él que esta institución y creo que la mejor forma de homenajearlo es manteniendo en alto sus ideales y sueños", afirmó.

Luego, Iglesias ofreció una sintética semblanza sobre la obra de Puchmüller, al que describió como un docente apasionado por el conocimiento y un dirigente comprometido con el proyecto universitario que, entre otras obras, dio nacimiento al centro universitario de la Villa de Merlo y la Planta de Alimentos de Villa Mercedes.

"Lo conocí en 1972 cuando me incorporé a esta institución. En la esquina de las calles Pedernera y Pringles, allí estaba él en sus cátedras destilando su amor por la universidad que soñaba, que en ese entonces era la Universidad Nacional de Cuyo. Si alguno de nosotros quisiera ponerle un título a la vida de Alberto, creo que podría ser el del libro póstumo de Neruda (Pablo), 'Confieso que he vivido' porque vivió alrededor de la universidad", indicó Iglesias.

"Es una pena que este homenaje no haya sido en vida, creo que él lo merecía. Recibo todas las felicitaciones pero en realidad es él quien ha trabajado por su querida universidad. Aunque vivió por este proyecto con total entrega y dedicación, también siempre fue un padre ejemplar, trabajaba las 24 horas pero siempre estaba para lo que necesitara, estoy muy orgullosa", dijo Andrea Puchmüller, quien sostuvo que hasta en su muerte fue consecuente con su trabajo. "Estaba ya jubilado y murió a una cuadra, con una carpeta bajo el brazo donde llevaba el proyecto de la Editorial Universitaria", la misma que publicó el libro "El Rector", donde la escritora Raquel  Weinstock retrata los distintos períodos de la gestión del primer rector de la UNSL elegido por el voto de la comunidad.

Durante la presentación de esa obra en el Microcine de la UNSL, Nieto Quintas reconoció que Puchmüller siempre significó una fuente de inspiración para él, en cada paso en la gestión del Rectorado.

"Conocía cabalmente los problemas de la universidad, decía lo que había que hacer y soñaba con futuros proyectos. Me da orgullo que la Universidad Nacional de San Luis haya tenido semejante rector y creo que lo que reconozcamos es un deber. Somos el sueño de los que nos soñaron y Alberto Puchmüller soñó esta universidad y a él le debemos mucho de lo que somos", afirmó.