Su voz es inconfundible. Guarda un tono similar a la de su padre y al hablar de la realidad del país se apasiona del mismo modo que el ex presidente de la Nación. Es Ricardo Alfonsín que, del otro lado del teléfono, atendió a El Diario de la República para hablar de las Primarias Abiertas y Simultáneas, de la crisis de la UCR y de la discriminación que padece San Luis ante la administración de Macri.
—¿Cómo ve hoy a la UCR? Sabemos que está disconforme con muchos correligionarios.
— Actualmente, la UCR es el club de la conformidad. El partido no se ha hecho cargo de las diferencias y actúa ahora, en términos de gestión, como si fuéramos un convidado de piedra. Como si no tuviéramos diferencias con el PRO, aunque cuando celebramos este frente fuimos claros y dijimos que la UCR era plenamente consciente de las diferencias que existían entre las fuerzas que integraban el frente Cambiemos. Y aclaramos que si no nos tocaba ganar las PASO, trataríamos de influir en la gestión, en el rumbo de la gestión, en la toma de decisiones y que en caso de que lo consideráramos no avalaríamos decisiones que no fueran las correctas o fueran equivocadas. Nada de eso hace la UCR lamentablemente y eso tiene consecuencias perjudiciales para la sociedad, porque muchas de las determinaciones que toma el gobierno nacional son erróneas, pero si el radicalismo hubiese intervenido y hubiese actuado con responsabilidad las podría haber evitado.
—¿Hay un ninguneo hacia los dirigentes radicales?
—Creo que hay un autoninguneo. Una falta de autoestima de la propia conducción nacional de la UCR. Yo no le puedo pedir al PRO que haga por la UCR lo que le corresponde hacer al propio radicalismo. Nunca vi realmente una situación parecida en la UCR. Nunca. Una conducción tan alejada de lo que son las bases del partido, tan divorciada de las ideas de la UCR. Actúan como si fuésemos una línea interna del PRO.
—En San Luis hay una importante pulseada entre el frente Avanzar y Cambiemos ante los denominados “radicales puros” que aspiran a competir mano a mano en las Primarias. ¿Cómo se debería resolver esa diferencia?
—Son los propios electores lo que deben definir a los candidatos en cada uno de los distritos. Y en cada uno de los partidos. Ésa es mi opinión. Comparto la visión sobre el rol que tiene que tener el partido y coincido con la visión del "Pupa" Agúndez. Enterado de que competirá como diputado provincial lo acompaño en sus convicciones porque no se puede proscribir a nadie. Lo respaldo porque somos un partido muy democrático, totalmente horizontal, no somos un cuartel. Y nadie nos viene a decir a nosotros quienes tienen que ser nuestros candidatos o cuándo tenemos que resolver a nuestras listas. Eso lo deciden los afiliados, la propia UCR. De manera soberana podemos decidir sobre cada elección. Pero en este momento me gustaría que estuviera el presidente del partido, el propio doctor Ernesto Sanz, que recorre todas las provincias en lugar de dedicarse a la propia, y exigir que se respete la democracia interna en el radicalismo y en las alianzas que forme el radicalismo. Si Sanz anda involucrándose en provincias en las que no debería meterse, por lo menos que intervenga a favor de la UCR y de su cultura, de concebir la organización partidaria y la democracia interna.
—El gobierno nacional anunció que tomará deuda a 100 años. ¿Qué le parece la decisión?
—En general al tema de esa deuda la estoy estudiando desde el punto de vista de la legislación. Si efectivamente para tomar una deuda que comprometa tantas generaciones de argentinos no se necesita una aprobación del Congreso. Pero lo que sí necesitamos urgente es recuperar pronto la inversión de dólares genuinos, revitalizar la economía, porque esto de tomar deuda puede transformarse en una carga muy pesada para generaciones en el mediano plazo.
—¿Qué sensaciones le generan estas decisiones del gobierno de Macri de recortar las pensiones por viudez y los aportes por invalidez?
—Es otra cuestión en la que me hubiese gustado que nuestro partido se involucrara y se manifestara. Si la UCR se hubiera involucrado, hubiese intervenido estos errores no se hubieran cometido y la gente que padeció por estas decisiones no hubieran sufrido.
—El Gobierno de San Luis y casi todos sus legisladores nacionales están luchando por la continuidad del decreto 699 de la Promoción Industrial, ¿qué opina de la dilación que ejerce hoy el Gobierno de Macri sobre ese tema?
—Son cosas que no se pueden frenar o dilatar. Los casos de San Luis y Santa Fe son muy parecidos. Es necesario que se ejecute ese decreto. Porque hay que actuar con federalismo, ejercerlo. No sólo hablar de él. Me preocupan esas actitudes del gobierno nacional.
—¿Le duelen los cierres de fábricas? Sobre todo cuando su padre fomentó, en provincias como San Luis, la llegada de cientos de fábricas?
—Por supuesto. Me preocupa mucho lo que está pasando en general. Porque yo no pertenezco al PRO. Por eso me preocupa el silencio del radicalismo, de muchos radicales que tendrían que opinar sobre el acuerdo con China, por ejemplo. Me gustaría que los radicales expliquen ahora por qué celebran la materialización del acuerdo por las represas que en su momento nosotros criticamos. Me inquieta el tema de la minería y saber por qué algunos radicales ahora están actuando tan distinto a cómo actuaron hasta hace poco más de un año. Hay un silencio grande del radicalismo y sobre todo de la conducción nacional de la UCR.


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