La historia puntana del último siglo la custodia la Fototeca

La Fototeca José La Vía forma parte de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas y Naturales de la Universidad Nacional de San Luis y nació a partir de un convenio que firmaron esa universidad con la Fundación Pircas, que es la actual poseedora de una colección del fotógrafo José La Vía de la que restauraron unas 17 mil placas soportadas en vidrio. Este fondo fotográfico empezó a funcionar hace siete años con la tarea de escanear y clasificar esos negativos. En las dos oficinas ubicadas en el edifico de Chacabuco y Pedernera trabajan los coordinadores José Luis Rezzano y Hugo Gez junto a otros profesionales de la fotografía como Hugo Saavedra, Orlando Sacomandi y Javier Garcés; además de colaboradores de la Tecnicatura Universitaria en Fotografía de la UNSL como Silvia Deveza, Ana Carolina Oro y Cecilia Paz. 
Este año también recibieron otras tres colecciones para ser acondicionadas y digitalizadas para luego ser devueltas a sus dueños: hoy trabajan en la restauración de más de cien fotos en papel de la Casa Museo Rosenda Quiroga, de San Francisco, y otras dos mil placas pertenecientes a la familia Gagliardi. En ambos casos ya fueron escaneadas y ahora están en el proceso de limpieza mecánica y ensobrado. Mientras que otro de los integrantes del equipo, Sacomandi, lo hace con una variedad familiar del fotógrafo alemán Raimar Thiedemann, que llegó a San Luis poco después de la primera guerra mundial y vivió aquí hasta 1951, cuando falleció. Aunque ésta no tiene los negativos y sólo se conservan copias en papel.  
Según "Chelco" Rezzano, el motivador de esta fototeca fue Hugo Gez, fotógrafo y conservador de renombre nacional que vive en San Luis hace mucho tiempo y que rescató esa mitad de la colección de José La Vía que estaba en el patio de la casa de las hijas del legendario reportero. “Hugo hizo las gestiones ante la Fundación Antorchas de Buenos Aires para conseguir el dinero, las compró y después se las donó a Pircas. Pero antes hicimos la tarea de limpieza y ensobrado de cada una de las placas”, recordó.
Rezzano contó que “la colección de La Vía está dividida en dos partes: una mitad la tiene en su custodia el Archivo Histórico Provincial y la otra es de la fundación. Pero como ésta ONG no tenía los recursos necesarios para su adecuada conservación la dejó en custodia en la universidad para que sea acondicionada, preservada, digitalizada y luego se haga la sociabilización”. Sobre éste último punto, el docente universitario dijo que “de nada sirve tener una colección guardada si la gente no tiene acceso. Nuestra idea es que en poco tiempo la podamos exhibir a través de nuestro sitio www.fototecajoselavia.unsl.edu.ar”.
Todas las placas de esa colección están conservadas en condiciones rigurosas de temperatura, humedad e iluminación. Las imágenes originales solamente se sacan de los armarios para escanearlas y luego quedan guardadas. Aunque el coordinador aclaró que “solamente se puede abrir por algún motivo muy específico como el requerimiento de algún investigador o que alguien de la propia familia necesite acceder a ellas. Sí se puede tener contacto con los archivos que se conforman con esas copias que ya digitalizamos, porque la fotografía con el paso del tiempo se ha convertido en una herramienta útil para muchas disciplinas como Arquitectura, Sociología, Geografía o Historia”, dijo el experimentado fotógrafo.
Sobre el lapso de tiempo que registran esas fotos, estimó que “hay placas que me animaría decir llegan hasta la década de 1970 y las primeras se remontan hasta 1914. Pero el cuerpo mayor de la colección es de 1930 en adelante”. Sobre las imágenes de la Casa Museo de San Francisco dijo que “es netamente familiar y hay algunas perlitas como la imagen del primer camión que llegó a ese pueblo, donde Rosenda Quiroga fue maestra y directora de la escuela”. 
Mientras que del archivo fotográfico de la familia Gagliardi contó que hay muchas dedicadas al Ejército, formaciones de soldados y retratos de militares. “Pero también hay varias de los viejos almacenes de ramos generales del sur de la provincia que hemos podido identificar porque algunas tenían anotaciones en el dorso del negativo”, destacó. Aunque no pudo dar certeza de las fechas “porque todavía no se ha hecho el estudio más profundo sobre los elementos que muestran esas fotografías como publicidades, autos y ropa que usaba la gente, que serían los que podrían dar certeza de la época”.