San Luis ya tiene las drogas contra el VIH, suspendidas por Nación

El viernes pasado, Nación anunció la suspensión de la provisión de tres medicamentos para el tratamiento de pacientes con VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana) de todo el país. Particularmente los de San Luis ya pueden estar tranquilos, porque ayer llegó un primer lote del total adquirido por el gobierno provincial, y hoy llegará el restante. En total son 160 dosis de Efavirenz 600 mg. y Darunavir 600 mg. (la Provincia ya contaba con Zidovudina) y con ese stock podrán estar abastecidos todo febrero, e incluso marzo, si la administración nacional siguen sin cubrir la atención.

Unos 80 pacientes puntanos con VIH vivieron una ruleta de sensaciones en apenas cuatro días. “La noticia les generó mucha ansiedad y angustia. El saber que Nación había suspendido la provisión de estos medicamentos fue tremendo, porque muchos lo asocian con la muerte. Entonces es importante brindarles la tranquilidad de que van a poder continuar con sus tratamientos. A ningún paciente con sida en San Luis le va a faltar la medicación, y es muy importante que todos lo sepan”, aseveró Juan Millán, coordinador del área VIH y ETS (Enfermedades de Transmisión Sexual) del Hospital San Luis.

Casi inmediatamente después de recibir el triste comunicado por parte del Ministerio de Salud y firmado por la Dirección de Sida y Enfermedades de Transmisión Sexual, el Gobierno de la Provincia armó una comisión con distintas áreas de injerencia en el tema. Ahí definieron la compra de los medicamentos y la pronta llegada del primer lote llamó la atención de propios y extraños. 

“Sorprendió la velocidad de la gestión para bien y para la tranquilidad de los pacientes. Creíamos que iban a demorar un poco más la entrega, por más que se hizo la compra y se cerró el trato rápido. A esto se le dio carácter de urgente, y los laboratorios hicieron la entrega por vía aérea, y mañana (por hoy) ya tendremos la totalidad de lo que hemos comprado. Es para destacar la gestión acelerada y efectiva, porque tal vez se hace rápido pero después no se concreta. Estamos muy contentos por este logro”, indicó Millán.

Si bien no trascendió el monto total de inversión que afrontó el gobierno provincial, sí se sabe que un paciente debe pagar unos 30 mil pesos por mes, para comprar el medicamento en forma particular. 

El coordinador de VIH del Hospital San Luis afirmó: “La Provincia los consiguió a un precio más accesible, por la cantidad de dosis, pero de todas formas, adquirir más de 100 es un esfuerzo muy grande, porque es un medicamento muy caro en el mercado”.

Con la adquisición de dosis de Efavirenz por 600 miligramos y Darunavir por 600 miligramos, cubrirán los tratamientos de unos 80 pacientes durante febrero. “Otro de los medicamentos suspendidos es el jarabe Zidovudina, pero la Provincia no lo compró porque ya tenía stock para cubrir los próximos dos meses y más. Es un medicamento pediátrico, que se usa en los recién nacidos”, señaló Millán. 

En total fueron 160 dosis las compradas. El médico aseguró que con esa cantidad se garantizará la medicación a los pacientes con tratamientos de antirretrovirales no sólo para febrero, “porque la Provincia hizo una compra extra por si llegara a faltar en marzo también”.

Los especialistas señalan que paralizar el tratamiento de VIH puede ser riesgoso para la salud, porque el virus, al no estar el fármaco “aprovecha la oportunidad” y genera resistencia contra él. Si esto sucede durante un mes, Millán afirma que es muy probable que al retomar el tratamiento, el medicamento ya no haga efecto, y haya que probar otras alternativas, que suelen ser drogas más fuertes y caras. 

Un error administrativo y 70 mil pacientes a la deriva

Nación informó la semana pasada, mediante un comunicado, que iba a haber faltante durante febrero de los medicamentos Efavirenz 600, Darunavir 600, y el jarabe Zidovudina. En la justificación de la suspensión de la provisión, hablan de “retrasos” por parte de las droguerías. Sin embargo, luego admitieron un fallo administrativo que sufren unos 70 mil pacientes de VIH sin obra social, que dependen del Estado.

Sergio Maulén, director de Sida y ETS del Ministerio de Salud de la Nación, lo reconoció a Clarín: “Nosotros damos las especificaciones técnicas y el listado de lo que hay que comprar. Estos pedidos normalmente se hacen con anticipación, estas órdenes de compra se tendrían que haber emitido en diciembre”. Luego el diario informa que el área encargada de emitir estas órdenes depende de la Subsecretaría de Coordinación Administrativa, a cargo de María Cecilia Loccisano, abogada y esposa del ministro de Trabajo, Jorge Triaca.

“Cada provincia, y Nación también, adquieren a través de un sistema de compras, el que genera un expediente. Obviamente Nación está en otra dimensión porque es mucho mayor la cantidad de medicamentos que tiene que adquirir, pero llama la atención que el Ministerio de Salud no haya previsto esta situación. Son tratamientos de por vida, entonces vos que sos el gran proveedor del sistema público de medicación, no prevés la continuidad, la falla es tuya”, criticó con dureza Millán, y prosiguió: “Esta compra debía estar gestionada medio año atrás. Hay un retraso por parte de los laboratorios en la entrega, porque los expedientes de pago se retrasan. Ellos no fueron explícitos en la explicación de por qué febrero iba a estar descubierto para los pacientes de todo el país, y tampoco aseguran nada para marzo”.

En el comunicado también delegaban la provisión a las provincias. La frágil situación económica que viven mucha de las jurisdicciones nacionales juega un papel importante a partir de esta situación, aunque algunos ya anunciaron que les proveerán a sus pacientes de los medicamentos necesarios.

Algunas de las provincias que ya llevaron tranquilidad son Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe, Santiago del Estero, y La Pampa.
Se estima que hay unas 120 mil personas que tienen VIH en el país, y que 70 mil no tienen obra social.

Según un informe de Fundación Huésped, por cada día que pasa, se infectan 17 personas, y 5 mueren a causa del sida.

“Los números impactan por sí mismos, pero la idea es mucho más fuerte cuando nos damos cuenta de que cada número es una persona con una historia, una vida, una familia. Ignorarlo o creer que el VIH ya fue es lo que hace que la epidemia esté más vigente que nunca”, había precisado el director ejecutivo de la Huésped, Leandro Cahn, cuando dio a conocer las estadísticas a fin del año pasado.