Buscan proteger los edificios patrimoniales de la ciudad

Alrededor de 700 inmuebles resguardan entre sus paredes la historia de la ciudad. Algunos conservan murales, materiales o fachadas que cuentan el pasado villamercedino. Por eso, la Comisión de Patrimonio Histórico y Arquitectónico presentó un proyecto al Concejo Deliberante para que sean incorporados al Registro de la Propiedad Inmueble y así protegerlos de las demoliciones o refacciones que puedan atentar contra su valor cultural.

La propuesta ingresó al cuerpo y será debatida por los ediles que integran las comisiones de Acción Social, Cultura y Educación y  Legislación General. "El proyecto quiere incorporar a todas las propiedades que estén o no en el centro y que van a quedar en el libro a nivel provincial. Esto va a trascender a cualquier gestión municipal,  quiera seguir o no con una política así. Además, al momento de vender o comprar una casa la persona estará informada y sabrá que debe protegerse el patrimonio y respetarse las fachadas originales y los lineamientos de cada una", explicó María Laura Rodríguez, la presidenta de la Comisión legislativa.

La información estaría disponible a la hora de adquirir un edificio o vivienda para que el interesado conozca cuáles son las reformas que podrá ejecutar, de qué tipo, si debe respetar la fachada, qué modificaciones pueden hacer adentro, entre otras.

En una ordenanza anterior, la 189/08, ya establecieron un listado de los espacios que eran considerados patrimoniales y que fueron relevados entre las vías Presidente Perón, 25 de Mayo, Calle Angosta y las cercanías del río Quinto, en la zona sur.

La arquitecta Viviana Torres, jefa del Programa Patrimonio, indicó que la denominación de patrimonial remite a "un valor para el ciudadano como identidad, no solo porque es viejo. Hay un reconocimiento por su historia y arquitectura incluso, puede ser un edifico moderno pero único y que nos representa".

El listado está integrado por viviendas que denotan el bagaje cultural traído por los inmigrantes que llegaron de Italia, Francia, España, entre otros, o aquellos de diseño moderno como el Centro Cívico, donde construyen el Hospital Escuela.

"No solo hablamos de edificios, a veces es un espacio urbano donde uno se transporta a otra época y te hace sentir que estás en Villa Mercedes, por ejemplo en la Calle Angosta. Allí hablamos de patrimonio tangible e intangible porque nos pertenece como villamercedinos", agregó la arquitecta.

Los casi 700 lugares están categorizados en cuatro niveles: el A incluye a los que deben mantenerse intactos excepto que haya algún problema estructural; el B agrupa a los que pueden someterse a cambios pero no en su esencia; el C sólo exige conservar la fachada; y en los de nivel D pueden cambiarse algunos elementos como las aberturas. "Lo que tratamos es de mantener la parte urbana", precisó Torres.