Gabriel Rabinovich: "La inmunoterapia en cáncer ha producido una revolución"

El doctor en Ciencias Químicas, Gabriel Rabinovich, estuvo en la provincia para recibir el doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional de San Luis por su descubrimiento acerca del comportamiento de una proteína, Galectina-1, que en algunos tumores se comporta como una barrera y colabora con el sistema inmunológico del cuerpo para evitarlos y en otros casos hace de alimento para que el cáncer siga creciendo. Rabinovich contó, en la charla que dio para la Maestría en Inmunología de esa casa de estudios, que su trabajo entrará en lo que se denomina “fase clínica” donde probarán en animales de laboratorio un tratamiento dirigido hacia el sistema inmune para bajar la acción de la Galectina-1 y conseguir que se transforme en un aliado de las defensas del organismo, contra las células tumorales.

El científico, que en diciembre del año pasado recibió el premio “Investigador de la Nación”, contó que la relación que lo une con San Luis lleva casi 25 años cuando conoció a los dos doctores en Bioquímica de la UNSL, Silvia Di Genaro y Roberto Davicino (titulares de la Maestría), cuando era un novel investigador de la Universidad Nacional de Córdoba; y desde aquel entonces que trabajan en conjunto. Incluso contó que publicaron más de una decena de trabajos de investigación.

“La inmunoterapia en cáncer produjo una revolución en todo el mundo y la prueba está que el premio Nobel en Medicina este año se lo dieron a James Allison y Tasuku Honjo por el descubrimiento y la implementación de esta terapia en tumores. Y para nosotros insertarnos en ese mundo con un nuevo mecanismo que descubrimos desde Argentina nos pone muy contentos porque ya ha sido reproducido en distintos países”, contó Rabinovich en la charla que mantuvo con la prensa local.

Además anticipó que “lo que estamos haciendo ahora es todo un camino de transición entre el descubrimiento final y la función de la proteína para llegar al paciente. Esto demandará unos cinco o seis años de ensayos pre clínicos para determinar la seguridad, toxicidad, las dosis letales y la vía de administración en especies animales antes de llegar a un paciente. Para nosotros es muy importante estar seguros y generar un programa de transferencia. Esto es inédito y al equipo de 32 personas que trabaja conmigo nos emociona. Aunque sabemos que es un terreno a la a vez muy complicado”.

Esa etapa demanda una gran inversión de parte de los privados, porque según explicó, “el Estado no puede cubrir esta fase por eso estamos viendo de poder fusionarnos con los laboratorios porque la patente le pertenece al Conicet y a la Fundación Sales, que nos apoyó durante estos años”.

Rabinovich aclaró que “trato de no usar la palabra curar cuando se trata de cáncer, aunque muchos tumores hoy en día son curables. Lo cierto es que la inmunoterapia (una forma de potenciar la respuesta de los linfocitos del organismo frente a un tumor) ayuda al 30 por ciento de los pacientes que no tenían ninguna solución con la quimioterapia y la cirugía. Hoy pueden tener entre 5 y 20 años con una muy buena calidad de vida. Yo prefiero hablar de 'cronificar' la enfermedad, porque estas terapias generan una memoria inmunológica que a medida que van creciendo nuevas células tumorales, esta respuesta inmunológica las elimina”.

Y dijo que el gran desafío “es saber por qué todavía hay un 70 por ciento de pacientes donde la inmunoterapia no responde. Por eso tenemos que generar marcadores para saber a qué tipo de pacientes les puede ser útil”.