Hay más de 60 locales cerrados o en alquiler en el centro puntano

Aseguran que es por la crisis económica nacional y por los valores elevados para rentar los inmuebles.

Una vidriera vacía, una silla abandonada y boletas arrojadas en el piso. Afuera, un cartel de letras rojas que muestra un teléfono y que indica que el lugar está en alquiler. Esa postal se repite en los negocios de la ciudad de San Luis, y muestra principalmente la confluencia de dos factores: la crisis económica nacional y el alto precio para pagar la renta mensual de los inmuebles. En un relevamiento de El Diario de la República, que abarcó el área comprendida entre Mitre a Maipú y Bolívar a 9 de Julio (un total de 43 cuadras), se detectaron 33 locales en alquiler y 31 cerrados, vacíos o sin muestras de actividad.

En el microcentro, por las calles que rodean las dos plazas y que atraviesan la peatonal y el Paseo del Padre, no hay tantos espacios vacíos. En la Peatonal apenas hay dos locales cerrados. Mientras que el Paseo tiene sus locales llenos. Sin embargo, ya alejándose de esos espacios, por Rivadavia, Maipú, Colón, 9 de Julio y Pringles, se ve la presencia de locales sin actividad.

La manzana comprendida por Rivadavia, Bolívar, Lavalle y Colón es el ejemplo paradigmático. En total hay seis comercios que no tienen movimiento económico. En la esquina de Bolívar y Lavalle, un negocio de multirubros cerró hace poco. A pocos metros por Lavalle, una fiambrería cambió su ubicación. Frente al comedor universitario hay un restaurante y un pequeño local sin actividad. Y yendo una cuadra más, por Bolívar, una mueblería anunció el lugar disponible para alquilar.

En Maipú, entre Junín y Pringles, hay tres locales consecutivos, con sus calcomanías aún superpuestas en las puertas. Uno de ellos anunciaba su traslado. En Pedernera, antes de llegar a Maipú, en donde antes había un local de ropa, sólo había unas cortinas blancas y un cartel que anunciaba "Liquidación total por cambio de rubro". Dos locales, uno contiguo al otro, por calle Junín, entre Rivadavia y Colón, cerraron sus puertas. Mientras que un kiosko tenía las rejas puestas, una rotisería aún tenía el cartel colocado, pero también aparecía la propuesta de la inmobiliaria.

Una juguería que quedaba en el edificio detrás de la sede del Ministerio de Turismo, por Chacabuco, tenía carteles de dos inmobiliarias. Sobre 9 de Julio, dos esquinas, de amplios edificios estaban vacíos. Una ex sede de un banco, sobre Rivadavia, acumula suciedad. Y una oficina, sobre Chacabuco, apenas tenía unas sillas apiladas.

Los ejemplos se multiplican y para Jorge Moyano, vicepresidente de la Cámara de Comercio de San Luis, las razones son múltiples. "Tiene que ver con que tenemos un centro comercial muy reducido, sumamente concentrado. El microcentro no está sufriendo la situación de crisis, se siguen manteniendo las ventas, que les permiten tener las puertas abiertas. El macrocentro está compuesto por pequeños emprendimientos más jóvenes que son los que sufren la situación en la caída de las ventas", apuntó, en coincidencia con el relevamiento realizado por este matutino. "En abril del presente año, comparado con el de 2017 y con el de 2016, hemos tenido permanentemente caídas en las ventas. Y eso se está acentuando fuertemente", detalló.

"Esto se debe a que se han ido acentuando problemas que ya venían complicados como la inflación. El cuadro económico, la situación de los trabajadores y la pérdida de poder adquisitivo de la gente, atenta contra la actividad comercial, fundamentalmente en el cierre de comercios", enumeró como causas.

Moyano indicó que el rubro de indumentaria es uno de los más afectados, seguido por el alimenticio. "La gente ya ni opta por las segundas marcas, opta por las terceras", aseguró. Y ahora deben sumarle la "competencia desleal" de las "saladitas". "Esos centros comerciales no cumplen con todos los requerimientos de la ley, y perjudican con su actividad a los demás colegas", agregó. De todas maneras admitió que "todos los rubros están sufriendo una retracción". 
Señalan que las rentas también juegan su parte. "Hay que partir de la base que los alquileres son regulados por la oferta y la demanda. Y hay locales que están sufriendo desde la renovación de sus contratos un fuerte incremento, por la situación del dólar y sus sucesivas devaluaciones", afirmó. 

Eso, sumado a lo concentrado del área comercial puntana y a la necesidad de "estar en el centro", genera altos precios. Sin embargo, para Moyano y en comparación con otras provincias vecinas, la ciudad de San Luis tiene valores similares a Córdoba Capital y Mendoza. De acuerdo a cálculos de la Cámara de Comercio, en el microcentro se puede llegar a pagar por un local de 40 metros cuadrados, de 30 mil a 40 mil pesos de renta. Si ya se alejan del microcentro bajan a la mitad y en la periferia, llega a los 10 mil pesos. "Tiene que ver con la rentabilidad que puede llegar a ofrecer el local comercial al abrir sus puertas", afirmó. 

Fernando Olcese, presidente del Colegio de Martilleros de San Luis, negó que los alquileres influyan en el parate de los locales. "Hablar de que subimos los alquileres, es indicar a un fantasma. No nos conviene perder clientes que nos alquilan y el que afirme eso, es un irresponsable", apuntó. Olcese, quien también es dueño de una inmobiliaria en la capital. El presidente coincidió en que los locales que más tienen el cartel "en alquiler", son los pequeños más alejados del centro. "Las tormentas pasan, los malos momentos pasan, hay que entender eso", dijo Olcese, que expresó que las inmobiliarias ya trabajan en estrategias para paliar la situación, como "esperar" con los precios de un alquiler hasta fin de año, para conservar clientes.

"La situación es difícil. Pero en San Luis todavía somos una isla en comparación", afirmó Moyano. San Rafael, Mendoza Córdoba, Rosario y otras ciudades del país no pasan un buen momento. "En ciudad de Buenos Aires, recorriendo avenida Santa Fe, hay una inmensa cantidad de locales cerrados", concluyó.