Hallan huesos humanos en un campo; investigan si son de Rubilar

Ayer, cuando se escondía el sol, un empleado rural avistó en uno de los tantos campos en las afueras de Villa Mercedes que le toca fumigar y sembrar algo que le llamó la atención por sobremanera. Lo vio y lo primero que pensó fue: una pelota. ¿Pero qué raro que los chicos vayan a perder un fútbol acá?, allí sobre la siembra de maíz de un campo ubicado a la altura de la ruta 11, a mitad de camino entre Las Isletas y Lavaisse, también pensó. Cuando se acercó al bordo de pasto llorón donde estaba eso que creía era una pelota lo que vio lo descolocó aun más. Sobre el colchón de siembra de maíz que había dejado la trilla había un cráneo y otros huesos humanos. Los investigadores ahora trataran de determinar si esos restos de esqueleto son de Juan Carlos “Pupi” Rubilar, el joven discapacitado que está desaparecido desde el 4 de febrero, pues en el campo donde sucedió el hallazgo no es lejano a donde fue visto por última vez.

Hoy pasado el mediodía, los restos fueron trasladados a la morgue judicial. La medida la dio el juez instructor Alfredo Cuello luego de revisar a simple vista, junto a la forense Alba Pereira, los huesos en el lugar donde los encontraron. En las próximas horas el magistrado ordenará seguramente una autopsia y otros estudios más específicos para establecer si el ADN de la persona hallada se corresponde con el del chico de 29 años.

La Policía rastrilló el campo “La Laura” desde las siete de la mañana hasta que cayó la tarde, en busca de los restos faltantes. Puesto que, según precisó el comisario mayor Oscar Contrera, jefe de la Regional II, lo encontrado hasta el momento constituye el 60 por ciento de un esqueleto. Restan hallar los huesos de la parte superior del cuerpo, sobre todo de los brazos y parte de las costillas y de los pies y las manos.

Aunque eso sólo será confirmado por la necropsia, todo les hace suponer a los investigadores que la persona que tratan de identificar no murió de forma violenta. Al menos, sus partes óseas no evidencian signos de golpes, fracturas o cualquier otro tipo de lesión o ataque que dé cuenta de algo parecido.

Según le explicó la médica al juez, aunque hayan pasado menos de cinco meses desde la desaparición de Rubilar, no es descabellado pensar que su cuerpo haya quedado reducido a huesos en un ambiente tan rústico como el de esos campos, que son semiáridos y están poblados de toda clase de animales carnívoros y carroñeros, como pumas, jabalíes y zorros, entre otros. 

Eso y el hecho de que al momento de su desaparición la temperatura rozaba los 40 grados, deja abierta la posibilidad de que “Pupi” haya perecido en “La Laura” hambriento, deshidratado, desorientado y tras varias horas o días sin dormir.

Otro de los puntos que hace suponer que los restos hallados son los del joven discapacitado son la remera y la zapatilla del pie derecho encontrados en el radio de cien metros donde estaban esparcidos los huesos. “Son muy similares a los que usaba el chico desaparecido”, dijo Contrera.