Al momento de comprar un auto, la gente prioriza el precio a la seguridad

(Por: Aníbal Lorea Guyot)

Adquirir un vehículo con el equipamiento óptimo en seguridad y confort, demanda un monto de dinero con el que pocos cuentan. Según informaron en las agencias de automóviles, la mayoría de los puntanos compra autos que se ajusten a su presupuesto y que están dotados con los elementos básicos de protección ante una situación de accidente, ya que son los que están homologados por ley para que las unidades puedan circular en la calle. Los datos de los concesionarios de las principales marcas instaladas en la ciudad, señalan que las unidades exitosas en ventas son las más accesibles en términos económicos, con ventas que van entre las 20 y 50 unidades mensuales en el mercado local.

En su último registro de mayo con los autos más vendidos en el país, la Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara), colocó al Toyota Etios como el más popular, un modelo que en San Luis lidera los patentamientos mensuales.  Actualmente, la inversión mínima para adquirir un coche del segmento más chico ronda los 320 mil pesos.

A partir de 2014, la legislación argentina sumó una serie de elementos mínimos para todos los automóviles que se fabrican y venden en la Argentina, para mejorar la seguridad vial y reducir el número de víctimas fatales en los siniestros. Las últimas incorporaciones fueron la doble bolsa de aire (airbags en traducción en inglés) para la amortiguación de impactos para el conductor y acompañante, como también el sistema antibloqueo de frenos (ABS), entre otros componentes. Sin embargo, algunas marcas también sumaron por voluntad propia el control electrónico de estabilidad (ESC), que tiene como función evitar el derrape y disminuir así las posibilidades de choque.

"Todos los vehículos tienen dos tipos de seguridad: la activa y la pasiva. La primera es para evitar el accidente, incluye los frenos y el sistema de estabilidad, y la segunda, se acciona una vez que se produce la colisión y sirve para que los ocupantes no se lesionen o tengan un desenlace fatal. Incluye los airbags, el cinturón de seguridad y los apoyacabezas", explicó la jefa del Programa Seguridad Vial, María Ana Baretto, quien agregó que la gran disputa con los fabricantes es la incorporación de nuevos elementos, como los ganchos de sujeción "isoflix" para sillas de niños, que son omitidas por las terminales para que no afecte la producción, sin que influya el costo económico. Sin embargo, los modelos más recientes ya los incluyen en sus versiones básicas.

"La gente que busca un cero kilómetro va al concesionario y trata de adquirir el vehículo más barato porque es una necesidad de movilidad cotidiana. Lamentablemente tratan de adquirir uno que se corresponda con su situación económica particular", indicó Baretto.

Además, la funcionaria indicó que si bien la industria automotriz mejoró sustantivamente la protección de los ocupantes de los coches, esa variable solo representa el 5 por ciento de los causantes de accidentes. Dijo además que más del 90 por ciento de los siniestros suceden por factores humanos, mientras que el 5 por ciento restante está determinado por el estado de la rutas o calles, junto con las condiciones del clima.

En los últimos años los fabricantes de automóviles incorporaron en los segmentos medios y de alta gama nuevos elementos de seguridad y confort, similares a los están instalados en otros países como los europeos o Estados Unidos, donde las normativas son más exigentes. Son las pantallas táctiles de visibilidad como también sensores de estacionamiento, sistemas anticolisión, manejo semiautomático, cámaras de visión y conectividad, entre otros.

Sin embargo, los que no cuentan con los ingresos suficientes para ese tipo de autos con un precio que tiene como piso los 600 mil pesos y que obtienen mayor desempeño en los tests —a cargo del Programa de Evaluación de Vehículos Nuevos para América Latina y el Caribe (Latin NCAP) — tienen como única opción los autos "chicos", que incorporaron como última tecnología el ABS y los airbags, aunque muchos de ellos fueron pensados en otra época ya que comenzaron a producirse en serie hace más de treinta años.

"El aporte que hacen los fabricantes en relación a la seguridad activa y pasiva contribuye favorablemente a reducir las fallas humanas porque siempre en última instancia, la conducción queda supeditada a la idoneidad y la pericia del conductor", afirmó la especialista en seguridad vial e integrante del Departamento de Investigación de Delitos Complejos, Carina Bernal, quien coincidió en que el uso del vehículo no es lo que determina la elección de los compradores, sino el acceso económico.

El impacto en el precio ¿Un mito o una realidad?

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los vehículos de serie deberían estar dotados con al menos airbags, cinturones de seguridad, ABS, y ESC. A excepción del control de estabilidad, el resto de los elementos son obligatorios en la Argentina desde 2014. Incorporar el ESC a un vehículo de serie significaría sumar unos 350 dólares extras al precio final del vehículo.

Así lo afirmó la Latin NCAP, que indicó que con equipamiento básico de seguridad vehicular podrían evitarse hasta 40 mil muertes y 400 mil lesiones graves en los próximos 15 años en la región de América Latina y el Caribe. El beneficio para todos los Estados sería un ahorro de 140 mil millones de dólares.