Hay farmacias que se niegan a vender anticonceptivos

Algunos argumentan objeción de conciencia y otros hacen hincapié en las reacciones adversas.

Un sondeo realizado por El Diario detectó que al menos media docena de farmacias en San Luis y en La Toma no venden anticonceptivos. La localidad del departamento Pringles presenta uno de los casos más llamativos, ya que de las tres farmacias que hay en el pueblo, solo una los vende.

Para proteger el derecho a la autonomía sexual y reproductiva de mujeres y hombres, el acceso a los métodos anticonceptivos es un requisito indispensable, pero algunas droguerías de la provincia eligen no poner a la venta estos métodos por diferentes razones.

Cuando se le consultó sobre por  qué no los comercializan, Hugo Garcés, de la farmacia “Santa Rita” de La Toma, argumentó que “no vendemos porque todos tenemos la objeción de conciencia, salvo que sea un trato especial en el caso del medicamento, como por ejemplo que tenga algún tratamiento diferente como puede ser un pequeño tumorcito. Pero hay que tener en cuenta que regalan anticonceptivos, pastillas del día después, se consiguen en todos lados. O sea que no hay ningún problema en ese sentido”. Por otro lado, la farmacéutica Yudith Aguilar de la farmacia tomense “San Francisco”, aseguró que “no vendo anticonceptivos porque la mayoría son abortivos, yo estoy en contra del aborto. Aparte las contraindicaciones son terribles. Sí los he traído para mujeres que conozco y sé que se las dan por un tratamiento. Es también una forma de preservarlas porque los infartos y las consecuencias que se producen por tomar anticonceptivos son espantosos. No vendo sobre todo la ‘pastilla del día después’, es terrible para la mujer y la usan como un anticonceptivo. Yo hace mucho que no los vendo y me agreden por mis ideologías, es doloroso. No quiero ser cómplice de nada, yo no estudié para matar gente”, expuso la farmacéutica.

El inconveniente surge cuando la farmacia que sí los expide no está abierta, “dependemos de una sola farmacia que si no está de turno o está de vacaciones, no tenemos acceso. La mayoría de las chicas tiene que gastar más y recurrir a un comisionista que viaje a San Luis para que nos puedan traer las pastillas”, aseguró Emilce, de La Toma. “A mí me pasó que en vacaciones de invierno estando en tratamiento tenía que comprar unas pastillas anticonceptivas específicas y no tenía la receta porque me la habían dado una sola vez. Cerró la única farmacia que las vendía y tenía que viajar a la ciudad capital o a otra localidad donde pudiera conseguirlas”, comentó Laura, otra de las vecinas afectadas y agregó: “Considero que están en todo su derecho de ejercer la libertad de comercio como ellos quieran, pero al tratarse de la salud de las personas es un poco más complejo. Debería estar más regulado ese tema, si se pudiera”.

En 2002 se sancionó la Ley 25.673 que estableció la creación del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, con el propósito de garantizar los derechos sexuales y reproductivos de toda la población y disminuir las desigualdades que afectan la salud sexual y la salud reproductiva. A partir de esto, en el ámbito del Ministerio de Salud de la Nación se estableció la provisión gratuita de métodos anticonceptivos tanto en el subsistema público como en las obras sociales y prepagas. “En cada farmacia privada cada uno es dueño de vender lo que tiene ganas. Nosotros no podemos imponer un criterio de que se deban vender anticonceptivos, que sería una ridiculez que no se vendan, pero no podemos imponerlo. Ese es el problema y es real”, opinó Yolanda Bertazzo, responsable del Programa Salud Sexual y Reproductiva de la provincia.

No solo pasa en esa localidad, sino también hay varios casos en la ciudad de San Luis. El farmacéutico Daniel de la farmacia “La Virgen”, de San Luis, manifestó  tajante: “No vendemos anticonceptivos. Me gustaría verme reflejado como profesional de la salud en otros aspectos, me parece que hay situaciones que son más importantes, que ver si una farmacia vende o no vende”, y remarcó que “un anticonceptivo es una cosa, pero un tratamiento en ovario poliquístico es otra. No tienen la misma función”. Con respecto a esto, el especialista en Ginecología y Obstetricia, Ralph Bravo aclaró que “la acción anticonceptiva no se pierde. A una paciente que viene con quistes de ovarios nosotros le damos anticonceptivos para frenar eso, aunque está un poco discutido si sirve o no sirve, pero lo damos. O pacientes que vienen con alteraciones del ciclo, las pastillas funcionan, pero por supuesto que la acción anticonceptiva no deja de ser así”.

El Colegio de Farmacéuticos de San Luis garantizó que los anticonceptivos deben venderse con receta, “no son de venta libre. Si alguna farmacia los vende sin receta, ya es una cuestión de conciencia, de ética o de moral de cada uno. El único método anticonceptivo que no se vende con receta es el preservativo. Nosotros no podemos ponerle ningún tope ni restricción porque no es nuestra finalidad. De los veinticuatro integrantes de la comisión directiva ninguno vende sin receta”, confirmó Claudia Arnaudo, presidenta de esa entidad.