Las tradiciones rurales se apoderaron del fin de semana

Con deportes ecuestres, animales de granja, comidas típicas, música folclórica y atuendos bien gauchos, el fin de semana fue una muestra de la vida de campo para toda la ciudad. Desde el viernes hasta ayer, la clásica exposición "San Luis Productiva" de la Sociedad Rural Río V° desplegó todas las novedades, atractivos y tradiciones del sector agropecuario para deleitar a miles de personas.

El calor primaveral con el que despertó Villa Mercedes este domingo fue el complemento ideal para el cierre de una variada grilla. Después de las nueve de la mañana, varios paisanos tiraron el lazo en las pialadas, esa competencia que premia a los más habilidosos en atrapar a los terneros en plena corrida. "Para nosotros es un deporte, algo que nos gusta y llevamos en la sangre. Pero también es un entretenimiento muy sano y muy familiar", definió José Luis Azcurra, quien junto a sus hermanos viajó desde Coronel Moldes, Córdoba, para probar suerte en los corrales.

Desde las primeras horas de la mañana, una marea de gauchos llenó los alrededores del predio "La Fortuna", recostado a orillas de la avenida Jorge Newbery. De bombachas, boinas, alpargatas y pañuelo al cuello pese a las altas temperaturas, el público hizo sentir su fidelidad a este tipo de encuentros. "Vengo todos los años y lo que más me gusta es la jineteada y ver los animales que se exponen. Estas son cosas que no se tienen que perder", enfatizó Nicolás Lucero, un joven de 22 años.

La destreza de los montadores en el campo de doma fue uno de los grandes atractivos del fin de semana. Treinta y cinco jinetes de toda la provincia desafiaron a los caballos de siete tropillas, con el afán de sumar puntos en el campeonato que determinará a los tres que representarán a San Luis en la próxima edición del Festival de Jesús María. Fue la tercera fecha de la clasificatoria, que seguirá el 7 de octubre en Fortuna y que tendrá su gran final el 18 de noviembre, nuevamente en Villa Mercedes. Gustavo Crespi, el organizador, contó que hay "mucho entusiasmo" entre los muchachos y que "la gente siempre acompaña. Nos siguen a todos lados y hacen muchos kilómetros para disfrutar estos espectáculos", sostuvo.

Pero más allá de lo convocante que resultan las actividades ecuestres, desde las primeras horas del viernes una gran cantidad de expositores atraparon a chicos y grandes. Más de treinta stands mostraron y ofrecieron desde las más avanzadas maquinarias agrícolas hasta la más coqueta ropa campera. "El hombre de campo mantiene su indumentaria, especialmente para los eventos pero también para trabajar en las estancias. Hay muchos que mantienen la tradición de vestirse con elegancia, pero un poco se va perdiendo, lo que es una lástima", admitió Dante Gigena, un fabricante y vendedor de bombachas, ponchos y fajas.

Artesanos, parrillas, pequeños quioscos, productores y diferentes firmas comerciales aprovecharon el gran caudal de gente para hacer sus negocios. En el ámbito agropecuario también hubo movimiento económico con los remates de reproductores bovinos, porcinos, ovinos y de aves. "El campo es nobleza, tradición, y el sacrificio de levantarse temprano todos los días para que nuestro país esté un poco mejor", expresó Pablo Bianchi, presidente de le entidad organizadora.