Alumnas de la Paula Bazán fueron Senadoras por un día

Este miércoles el Senado de la provincia vivió una verdadera revolución con la visita de un grupo de alumnas de 5º y 6º año de la Escuela Paula Domínguez de Bazán, que fueron Senadoras por un día y presentaron nueve proyectos que conmovieron a las bancas del oficialismo y de la oposición.

Discriminación por formas de pensar; Bullying y Acoso escolar; Racismo; Religión; Homofobia en el Sistema Educativo; Discriminación por aspecto socio-económico; Discriminación por aspecto físico; Idealización de la delgadez y Centros de Estudiantes, son las temáticas que eligieron las chicas para desarrollar frente a los legisladores.

Se trata del proyecto “Nuestras voces se escuchan”, creado e impulsado por la profesora de Política y Ciudadanía, Myriam Quiroga, que busca formar mujeres de libre pensamiento y compromiso ciudadano, que posean un razonamiento crítico y que “construyan su futuro”.

La profundidad, contundencia y seriedad con el que las chicas expusieron los sólidos temas que les preocupan conmovió a los Senadores y, según señaló la educadora generó un llamado de atención en el recinto.

Quiroga explicó que es una metodología que propuso a principio de año y que presentó a la institución y al Ministerio de Educación, el cual fue plenamente apoyado, y hasta llegó a oídos del gobernador Alberto Rodríguez Saá, quien mantuvo una entrevista con las alumnas.

“Con el aval de él, y amadrinadas por la senadora Eugenia Catalfamo, las chicas pudieron vivir la experiencia en la Cámara Alta”, dijo la docente.

Antes debieron recorren un largo y laborioso camino que les demandó extensas horas de trabajo. Primero debatieron los temas, investigaron, elaboraron los proyectos, los prepararon y practicaron incansablemente cada exposición.

“Es una experiencia piloto que se proyecta implementar en toda la provincia el próximo año, eligiendo un tema y un representante (alumno) por departamento, según nos propuso el Gobernador en la reunión”, detalló Quiroga.

La profesora se mostró muy emocionada con todos los funcionarios que posibilitaron a las alumnas presentar sus proyectos y defenderlos. Además, agradeció muy especialmente a Rodríguez Saá, a la ministra de Educación, Paulina Calderón y la Institución Educativa por darle la libertad de enseñar de “otra manera”; y expresó que no lo hubiera podido llevar a cabo sin el apoyo incondicional de su familia.