Chile sigue firme en su postura de ser sede de la final

La gran final de la Copa Libertadores de América sigue en medio de la polémica. Ahora, el Ministerio de Deportes del Gobierno de Chile confirmó su voluntad de que Santiago, la capital chilena y el Estadio Nacional sean sede del partido decisivo tal como lo designó hace tiempo la Conmebol.

La realización del cotejo en tierras chilenas entró en duda a raíz de los graves incidentes que se generan en Chile durante las protestas sociales entre manifestantes, la policía y efectivos del Ejército. El malestar social continúa y en Argentina y Brasil hay preocupación ya que miles de hinchas de River Plate y Flamengo viajarán para alentar a sus equipos en el gran partido.

Las dudas sobre la realización del juego en Chile crecieron en los últimos días a tal punto que ya surgieron sedes alternativas para reemplazar a Santiago de Chile y al Estadio Nacional, ubicado en la comuna de Ñuñoa, en la capital trasandina.

Sin embargo, la ministra de Deportes chilena Cecilia Pérez ratificó en conferencia de prensa que su país sigue firme con su voluntad de recibir la definición continental. "Hemos notificado a Conmebol la firme voluntad de que la final de la Copa Libertadores se haga en Santiago, es una gran fiesta deportiva y que le hace bien al país", destacó la funcionaria.

"Todavía falta mucho y todo se va a solucionar", dijo en referencia a la crisis social en la que se encuentra sumergido el país trasandino.

"Alejandro  Domínguez, presidente de la Conmebol me señaló su convicción de que Chile es el mejor lugar para esta final y le ratifiqué todas las garantías para que se realice", remarcó la mujer, en busca de despejar dudas y subrayar que no habrá modificaciones a futuro y que el partido se jugará tal y como estaba planeado desde el comienzo.

Igualmente, dada la crisis social, nadie se atreve a asegurar que la final vaya a jugarse en Chile. La intención del gobierno y de la Conmebol son claras, pero todo depende de que haya garantías para que el espectáculo se desarrolle con todas las garantías de seguridad.

Un escenario alternativo

En las últimas horas surgió un estadio y país alternativo para disputar la gran final en caso de que en Chile la crisis social continúe: se trata de ‘La Nueva Olla’ de Asunción, la casa de Cerro Porteño, un estadio recientemente renovado y con capacidad para 45 mil espectadores (3.500 menos que el Nacional de Santiago).

Esa cancha albergará además la final de la Copa Sudamericana entre Colón e Independiente del Valle, a jugarse el 9 de noviembre. Ese hecho es lo eleva como principal alternativa ya que tiene toda la cuestión logística y organizativa preparadas, solamente resta que Asunción acepte.