Este domingo es el último día de la Feria del Libro de San Francisco

El interés del público está. El poder adquisitivo, no tanto. La crisis económica del país no detuvo, sin embargo, el placer por la lectura en un espectáculo interesante para un pueblo que mantuvo por séptima vez la feria a pesar de las adversidades. Este domingo concluye la Feria del Libro de San Francisco que acercó artistas locales, libros para todas las edades y actividades para los más pequeños.

La muestra central se realizó en el Salón de Expositores Clavel de Aire, en un moderno centro ubicado a una cuadra de la plaza Pringles, la principal. Casi quince negocios proponen un viaje por las letras al alcance de cualquier puntano, ya que la localidad se encuentra apenas a una hora y media de viaje en auto.

El ilustrador Fernando Molinari se lo toma relajado. Entre entusiastas compradores, dibuja lo que mejor sabe: animales fantásticos. A veces un caballo bravo, otras un duende. 

La pujante editorial “Caminos de tinta” expuso los 17 libros que lleva publicados en su corta vida. Empezó en 2016 a paso lento, pero en este año ya contó más de diez escritos editados a autores puntanos, cordobeses y bonaerenses. En esta edición trajo como novedad el “Manual de ajedrez para personas ciegas” de Mariano Pennisi y José Scalisi. Además de desafiar a los jugadores con un tablero con fichas marcadas para los no videntes.

Thor, el faro del fin del mundo y las historias de la Patagonia, estuvieron en el stand del museo Marítimo de Ushuaia. Jorge Rodríguez Correa, encargado de esa iniciativa, contó orgulloso la flamante propuesta, el libro “1958: los inicios del turismo antártico” de Jozef Verlinden y Carlos Pedro Vairo.
Color Ciego Ediciones, por otro lado, consiguió un catálogo de 20 ediciones en menos de un año. Los “libros cartoneros” son una presentación rústica del material escrito con una suerte de conciencia ecológica y apariencia sencilla. “Juanci” Laborda es autor de “Insertcoin y otros 16 poemas 16 bits”.

Rodrigo Terranova, un dibujante puntano que llegó a la revista Fierro, brindó una charla sobre su trabajo “Caballos a la orilla de la ruta”.

El periodista de El Diario, Mariano Medina, presentó sus dos flamantes obras: la recopilación de columnas de Cooltura “F de Friki” y “Corré, boy”, diez cuentos de suspenso y terror.

Librería “La Docta” y “Libros de la Sierra”, de Merlo, apostaron por la literatura clásica de bestsellers y mangas para los chicos. Mientras que las adolescentes eligieron las agendas y libros con frases de Paulo Coelho, con las publicaciones de Junot, una empresa cordobesa líder en el mercado. “Revista Cultural El Viento” incentivo la lectura con sus ensayos de distintos géneros y sus ediciones cocidas a mano por su creador, Luis Vilchez.

Este año la feria inició con unas palabras del historiador Jesús Liberato Tobares quien recordó a los mejores hacedores de la cultura local como Juan W. Gez o Germán Lallermant. La calurosa bienvenida, no solo por el clima, fue aceptada con orgullo por una parte viva que poseen los puntanos.

Este año la novedad fue el patio del juglar donde músicos, poetas y cuentistas compartieron el escenario para lograr una varieté artística en las noches del viernes y sábado.

Lo importante es que un pueblo respira cultura. La periferia geográfica no es la misma que la educativa y la localidad donde enseñó Domingo Faustino Sarmiento aún lucha de pie.