Internos de la Penitenciaría cerraron el año a puro rugby

Ayer un grupo de internos que están en el Complejo Uno del Servicio Penitenciario Provincial cerraron el año con un encuentro de rugby. La actividad consistió en tres partidos de equipos masculinos y uno femenino, en la que aprovecharon para demostrar el trabajo hecho en el año, y que en dos oportunidades estuvo acompañada por el obispo de San Luis Pedro Martínez, que por supuesto se hizo un tiempo para saludarlos. Luego, como habitualmente se hace en el deporte de la guinda, todos disfrutaron del tercer tiempo con unos ricos choripanes.

El deporte que desde hace dos años practican en la cárcel tuvo la presencia de equipos de varones de Villa Mercedes y Viento Norte de La Toma. Además, el club puntano Chancay dijo presente y acompañaron a los 30 jugadores que todas las semanas entrenan tras las rejas con el corazón. El jefe de Deportes y Recreación del Servicio Penitenciario Juan (Yoni) Campos contó a El Diario: "Todo fue muy lindo. Sobre todo ver el compromiso que mostraron los internos con la actividad que nos permitió descubrir el cambio que les trajo a ellos para poder estar tranquilos", contó con orgullo la persona que trajo la iniciativa a la cárcel.

El triangular masculino tuvo su campeón que fue el local Chancay. Por su parte, las 18 mujeres del pabellón femenino que practican rugby mostraron sus destrezas frente al equipo villamercedino Universitario, que a pesar del empeño que pusieron las internas no pudieron alcanzar el podio. "Lo importante es que todos pudieron disfrutar. Además, aunque venía con una agenda apretada, monseñor Pedro Martínez se hizo un momento para pasar y saludar a los internos con quienes ya compartió cancha", destacó Campos.

El personal carcelero, temprano y mientras se disputaban los partidos, prendió un amigable fuego en el asador de la Penitenciaría para hacer chorizos. Así fue que cerca de las 18 se disputó "el tercer tiempo" que sirvió principalmente para la inclusión de los internos con el mundo exterior. "El rugby es un deporte que aporta muchos valores. Enseña la importancia del trabajo en equipo, el compañerismo, la lealtad, la humildad y la honestidad. Los jugadores saben cuándo hacen las cosas mal dentro de la cancha y es casi una obligación, si no lo detectaron, parar el juego y avisar de la falta", explicó y agregó que a los internos los ayuda a descargar tensiones acumuladas, por la rudeza de la disciplina. 

Previo a la comida todos los invitados bailaron al son de "Los Bobos", una banda de rock que está liderada por el abogado Federico Magis, un penalista puntano que junto a su colega Rafael Berruezo es voluntario para dar todos los viernes las clases de rugby. A puras risas así terminó el encuentro que duró menos de dos horas, pero que quedará en el recuerdo para siempre de quienes participaron.