Lo enviaron al Penal por asaltar a una familia y buscan al cómplice

Mientras Agustín Ezequiel Galván ya ocupa un lugar en la Penitenciaría de San Luis, el personal de la Comisaría 3ª continúa la búsqueda de su cómplice, el otro delincuente que la noche del lunes atacó a piedrazos la vivienda de una familia del barrio Faro III de San Luis y luego ingresó a robar.

Galván fue imputado por "Robo simple". En la audiencia de formulación de cargos, el fiscal adjunto Andrés Salas solicitó que el hombre de 35 años fuera enviado preventivamente a prisión por el plazo de 60 días.

Explicó que requería la medida de coerción porque la naturaleza violenta del robo da cuenta de que el acusado es peligroso y podría entorpecer la investigación en el caso de permanecer en libertad.

Como si fuera poco, solo en este año, Galván acumula otras tres causas: dos por tentativa de robo y otra por amenazas hacia una expareja, recordó Salas.

Finalmente el juez de Garantías de San Luis Ariel Parrillis hizo lugar al pedido de prisión preventiva, pero por 45 días.

No obstante, la Policía aún trabaja en la localización del cómplice del imputado. "Estamos esperando una captación fílmica de una cámara pública en la zona, que sería la única que tal vez lo tomó", comentó el fiscal.

Ese delincuente es el que logró escapar con el televisor smart de 43 pulgadas, que alcanzaron a sustraerles a las víctimas. Al menos eso piensan los investigadores, que no han conseguido dar con el aparato.

Las pruebas

En la audiencia de formulación de cargos, el fiscal detalló cada uno de los elementos que comprometen a Galván.

Dijo que, para empezar, el acusado fue reconocido por Jorge Isaguirre, el dueño de la casa asaltada. Segundos antes del robo, el hombre y su familia estaban a punto de sentarse a cenar.

Cuando sintió los primeros piedrazos en el frente de la vivienda, Isaguirre le pidió a su pareja, quien tenía a su hija en brazos, que se resguardara en una habitación contigua. En tanto él se acercó a la puerta, desde allí pudo advertir a los delincuentes, que estaban a cara descubierta. Después volvió a ver a los delincuentes, más de cerca, cuando lograron entrar a la casa.

La otra prueba que complica a Galván es el hecho de que fue hallado a los pocos minutos del hecho, a unas tres cuadras del domicilio de los Isaguirre, con el router que les habían sustraído.

Así y todo, para la defensora oficial Ximena Bertoli, el hecho de que lo hayan encontrado a unos 300 o 400 metros del lugar del robo, unos diez minutos después, no es elemento suficiente para pensar que su representado haya sido uno de los ladrones que no solo robó a una familia, sino que con sus piedrazos también hirió levemente a la dueña de casa.

Redacción/MGE