La madre de Gómez: "Esa noche, Flor me dijo 'abuela, me quiero ir con vos'”

Ester Manzo, la mamá de Lucas Gómez, declaró ayer ante el Tribunal y recordó que la noche del crimen Florencia se comunicó con ella. “Me llamó a la una y me dijo ‘abuela, me quiero ir con vos’”, recordó la mujer mientras lloraba angustiada.

Antes de comenzar su relato dijo que por su edad y por el tiempo que ya había pasado tenía problemas para recordar. Empezó a contar que su hijo y Carina Di Marco eran muy unidos. Que vivían en su casa desde que habían formado pareja hasta que decidieron venirse a vivir a San Luis.

“Compartíamos el baño. Cuando mi hijo se iba a bañar, Florencia le llevaba la ropa. Entraba, la dejaba y salía. Le llamé la atención un par de veces a mi hijo y él me dijo ‘mami, vos siempre pensando mal’”, señaló la mujer. Y resaltó: “Era para evitar un problema”. 

Aclaró que nunca vio nada malo o que le llamara la atención. El tribunal le recordó que durante la investigación ella había declarado que Di Marco maltrataba a Florencia y le decía “prostituta”. La mujer lo desmintió y dijo que en esa oportunidad pidió que borraran eso de la declaración porque no era así y que no habían cumplido con su pedido.

En tanto, de Florencia dijo que “era una niña muy buena y dulce”. Dijo que ella y sus hermanos siempre andaban limpios. Señaló que su relación con Di Marco era mala. Pero que su nuera con Florencia era muy buena y que nunca la trataba mal. “Lucas les pegaba a los niños”, señaló.

También le recordaron que en esa primera declaración también había dicho que Florencia, cuando tenía 3 años, se acostó al lado suyo y había intentado tocarle los pechos y bajar su mano hacia las partes íntimas de la mujer, lo que podría ser un indicio de que la nena había sido víctima de actos como ese. Manzo lo sostuvo. “Se lo dije a Carina”, aseguró.

Por último también le releyeron a la madre del violador, de su testimonio, lo que ella contó que había sucedido cuando vino desde Mendoza una vez que hallaron el cuerpo de Florencia. “Viajé con mi hijo Silvio. Lucas estaba sentado con la cabeza apoyada sobre los brazos. A ella (por Di Marco) no se le movía un pelo. Estaba como si nada. Yo en una situación así me muero”, decía en un fragmento de la declaración.

Ayer lo volvió a afirmar.