Señorita Bimbo y Noelia Custodio: dos mujeres audaces

"En tiempo de crisis hay que elegir entre salir al teatro o comprarse una mermelada”, dijo Bimbo Godoy, la comediante que visitó San Luis el viernes por la noche para mostrar su función de stand up junto con su compañera Noelia Custodio. El patio de Casa Beta, el bar donde se presentaron, estuvo colmado de gente que se rió con las artistas, quienes quedaron asombradas por la repercusión.

La bandera de la campaña por el aborto legal fue el único decorado que tuvieron las humoristas en el escenario. Un vaso de whisky esperaba por Bimbo, que salió primera con un vestido a lunares y su pelo revoltoso. El video de presentación que prepararon para la función no anduvo y fue el único lamento que tuvieron las chicas, pero pasó desapercibido para sus fanáticas, que aplaudieron enloquecidas.

Los chistes de Bimbo se basaron en recuerdos de su infancia, la masturbación, el aborto, el feminismo, la adolescencia, Ricky Martín y la marihuana. Fiel seguidora de los cigarrillos, aceptó tres veces que desde abajo del escenario le convidaran una pitada.

Entre chistes políticamente incorrectos, Bimbo habló del gobierno de Mauricio Macri, el nivel de vida de la clase media trabajadora y sus propias experiencias ante la actual crisis económica del país. 

Sin muchos saludos salió del escenario, tras agradecer al público, en su ochenta por ciento femenino. 

La euforia se propagó cuando Custodio llegó como boxeadora a punto de pelear con su contrincante. Sin problemas, pero rodeada de personal de seguridad, caminó entre las mesas del bar y presentó su parte de la obra como si no fuese una comediante reconocida. 

“Me sentí Whitney Houston”, expresó Custodio antes de comenzar con su stand up. La simpatía de Bimbo se contrarrestó con Noelia, que no tuvo ningún problema de insultar, gritar y divagar en el escenario.

Por momentos la incomodidad se respiró en el ambiente, pero el público la aceptó con aplausos y mucha interacción.

Tanto Bimbo como Noelia dedicaron cuarenta minutos a su stand up. Aunque fueron fieles a sus estilos personales, ácidas y verborrágicas, las dos hablaron casi de los mismos temas. Custodio le agregó más política y sugirió que en las próximas elecciones se roben los documentos para que nadie pueda volver a votar a Macri. 

El final fue simple aunque muchos esperaron por una pequeña performance juntas, no la hubo. Las dos humoristas salieron a escena, saludaron y compartieron un cigarrillo, de marihuana otra vez, con una seguidora. Media hora más tarde, cuando en el bar solo quedaban restos de público, se tomaron la molestia de saludar y sacarse fotos con las pacientes y fieles seguidoras que las esperaron después del show.