En la provincia buscan que los datos queden bien claros
Sol Puntano adopta todas las precauciones en la elaboración y el envasado.
En busca de que los alimentos estén presentados de la mejor manera, Sol Puntano trabaja para que el etiquetado de los productos sea lo más claro posible, como así también cumple con los cuidados pertinentes a la hora de la elaboración de sus conservas y frutos secos.
Astrid García, asesora técnica de la fábrica de valor agregado de Sol Puntano, precisó que toda empresa elaboradora y fraccionadora de alimentos debe tener el número de Registro Nacional de Establecimiento (RNA), que es la habilitación sanitaria que certifica que se trabaja bajo condiciones adecuadas.
“Al etiquetado de los productos lo diseñamos bajo el Código Alimentario y la información que damos es clara. No usamos conservantes en los alimentos, pero si jugo de limón, azúcar y vinagre para mantener el pH de las conservas”, explicó García, quien destacó que trabajan bajo las normas de buenas prácticas de factura.
“Todo el personal está capacitado sobre cómo debe manipular los alimentos. Las frutas y verduras se cosechan de las parcelas agrícolas propias y también adquirimos de las comunidades para elaborar así conservas y frutas secos. A los membrillos se los compramos a productores de San Luis", detalló.
Expresó que entre los productos ofrecen nueces, almendras y mix de frutos secos. “En la fábrica se rompe la cáscara y luego se hace el proceso de selección. Es ahí donde se tienen los cuidados. Diseñamos diferentes métodos para el secado de las pasas de uvas y así aprovechamos al máximo la pulpa. También disponemos de una máquina peladora, donde vienen productores de toda la provincia a contratar el servicio", indicó.
Además explicó que las etiquetas contienen fecha de vencimiento y número de lote. "Si hay inconvenientes con plagas, sabremos que productor fue el que lo trajo y de esta manera se resuelve más rápido y eficazmente", dijo.
Sobre la preparación de los dulces, indicó que primero esterilizan los frascos y siguen todas las normas de seguridad. "Todos los integrantes del equipo saben sobre las enfermedades de transmisión alimentaria. Por eso se trabaja con diferentes procedimientos que se dejan asentados en una planilla. Una vez concretados los pasos se continúan con otros. Esto permite poder mejorar continuamente y minimizar posibles deterioros que puedan sufrir los alimentos. Los dulces son artesanales y usamos solamente la pulpa. No contienen aditivos", expresó García.
Indicó que para producir todo el año conservan la pulpa de los duraznos, peras, manzanas y la uva. "Dentro de poco comenzamos a trabajar con la temporada de primavera y tendremos conservas de cebollita de verdeo, brócoli, y coliflor", resaltó.
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