Los incendios en Australia suman cinco muertos y más 480 millones de animales extintos

El gobierno de Australia se halla al borde de una crisis humanitaria. Hay escasez de los alimentos, agua y combustibles y las autoridades organizaron una operación de rescate para evacuar a miles de ciudadanos y rescatar a al menos 4000 que se encuentran atrapados en las playas, en la ciudad de Mallacoota.

Según el último reporte, tres personas fueron halladas muertas en Nueva Gales del Sur, Australia, mientras que un hombre que estaba desaparecido fue encontrado muerto dentro de su casa en la región de East Gippsland, donde estos días ardieron 675.600 hectáreas, según el medio local The Age. El número de fallecidos hasta el momento asciende a 17 personas.

Según informaron las autoridades, más de 50 mil viviendas se encuentran sin electricidad en la costa sur, donde cerca de 2.500 bomberos combaten más de un centenar de incendios, aunque un descenso en las temperaturas le permitió a los servicios hacer balance.

"Hoy es un día en el que seguramente nuestros servicios de policía y de emergencias puedan llegar hasta propiedades que se han perdido y, en algunas circunstancias, encontrarse con algunos hallazgos horribles”, señaló ante la prensa Gladys Berejiklian, premier del estado de Nueva Gales del Sur. 

Este miércoles, las autoridades despacharon barcos y aviones militares con agua, alimentos y combustible hacia las ciudades que quedaron aisladas por el fuego.

Australia vive una de las mayores sequías de su historia y acaban de entrar en la estación del verano austral, por lo que no se prevén lluvias a corto plazo.

Datos del gobierno muestran que la nación nunca sufrió un año tan caliente o seco como el 2019.

Las llamas han matado a más de 480 millones de animales

Ecologistas de la Universidad de Sídney calculan que entre mamíferos, aves y reptiles, ya han muerto más de 480 millones de animales directa o indirectamente a causa de los incendios.

El número parece irreal, pero tiene una fuente sólida: fue dado tras una minuciosa investigación por un equipo de la Universidad de Sídney. Entre los las pérdidas figuran varias especies en peligros de extinción como canguros, koalas, wombats y demonios de Tasmania. Solo entre los koalas se calcula que murieron más de 8.000 de los 28.000 que vivían en el país.

El informe asegura que el siniestro no solo afecta a animales selváticos. Miles de ovejas y vacas murieron quemados y otras miles que sobrevivieron con graves quemaduras debieron ser sacrificadas. En la zona de Upper Murray se calcula que 12.000 vacas y 6.000 ovejas fueron abatidas porque sus heridas eran incurables o porque los costos para sanarlos eran altísimos.

Entre tanto dolor siguen los gestos heroicos.

El zoo de Mogo, que recientemente se transformó en un parque natural, estaba amenazado por las llamas y fue evacuado gracias al heroísmo de 15 guardias del parque. Con extintores en mano evacuaron a los 200 animales que allí vivían y no sabiendo donde llevarlos, el director del parque, Chad Staples, abrió las puertas de su casa. Allí encontraron refugio los animales más pequeños, de monos a pandas rojos, mientras que los grandes, entre jirafas, leones y leopardos de las nieves, fueron transferidos a lugares alejados de Sídney.