Aromáticas y flores: grandes aliadas para cuidar la huerta

En los Viveros Productivos y Educativos ubicados en la ex Colonia Hogar trabajan bajo el paradigma de la agroecología, que incluye la producción sustentable de hortalizas, una alimentación saludable y el cuidado del ambiente. “Bajo este enfoque para cuidar los cultivos de la huerta y ante una posible aparición de plagas e insectos que puedan dañarla utilizamos barreras naturales; es decir, colocamos plantas aromáticas y flores de manera que los ahuyenten, sin la necesidad de utilizar agroquímicos”, explicó en pocas palabras Pablo Pensotti, el jefe del Subprograma Autoconsumo Frutihortícola del Ministerio de Producción.

“El desafío consiste en crear un ambiente ecuánime y que el ritmo de vida en la huerta sea natural. Esto significa que nuestras plantas tienen que estar fuertes para resistir el ataque de insectos y enfermedades, que siempre aparecen; pero, además, el suelo y el ambiente tienen que estar a tono y en un equilibrio para que conviva la mayor cantidad de organismos vivos. Esto no es fácil de prever y para lograrlo se utilizan las aromáticas y las flores, que son las que cumplen los roles más  importantes”, especificó Pensotti, mientras señalaba uno de los módulos en los que cultivan ajo, albahaca, cerraja, copete, manzanilla, orégano y ortiga.

Rodeado de los exquisitos aromas que provienen de las plantaciones, el jefe del Subprograma Autoconsumo Frutihortícola aclaró con énfasis que no existen insectos buenos o malos. “Ellos siempre buscan qué comer en la planta, ya sea picando la savia, comiendo partes vegetales de los cultivos o buscando polen. Prefieren las plantas aromáticas y las flores antes que las hortalizas”, dijo.

Algunos ejemplos de aromáticas que confunden o repelen insectos plaga son el perejil, la albahaca, la menta, el orégano, el tomillo, la salvia y el romero. “Son muy necesarias en nuestra huerta. Además, podemos usarlas para cocinar o en alguna infusión”, afirmó.

Pensotti indicó: "Las perennes, como el romero y la lavanda, pueden ubicarse en bordes extremos o cercos para que alcancen un mayor tamaño y ejerzan el rol de barreras naturales a la entrada de insectos perjudiciales para la huerta". Afirmó que las aromáticas de menor porte, como la albahaca, el perejil, el orégano y el tomillo, se pueden intercalar entre los cultivos.

En cuanto al uso de las flores en la huerta, como las caléndulas, los copetes y los cosmos, el ingeniero agrónomo detalló que "no solo proveen de polen a los insectos benéficos y son abrigo de muchos de ellos, sino que además atraen a muchos otros polinizadores como avispas, moscas y abejas, y así mejoran la polinización de algunos cultivos como los zapallos y frutillas, que necesitan de la visita de estos insectos para formar bien los frutos", explicó, y expresó: "Además de adornar la huerta, su aroma hace que el trabajo sea más agradable".

Saber asociarlas en la huerta representa una enorme cantidad de beneficios. “La aparición de plagas y/o enfermedades sirve como un indicador de desequilibrio en la huerta y como aliada en el diagnóstico del sistema”, concluyó.