Hay que lograr una huerta sana con equilibrio natural

Dicen que más vale prevenir que curar. Este dicho puede aplicarse también al cuidado de una huerta agroecológica, y quien confirma la regla es Pablo Pensotti, el jefe del Subprograma Autoconsumo Frutihortícola, Concientización y Capacitación del Ministerio de Producción, que afirma que "hay que darles a las plantas las mejores condiciones para fortalecer sus defensas y hacerlas más resistentes". Para lograrlo es importante conocer algunos trucos.

"Generalmente las plagas son pequeños animales que se reproducen muy rápido y que causan graves daños a los cultivos. Entre ellos están las hormigas y algunos insectos del suelo que se alimentan de raíces y tallos a la altura del cuello de la planta en forma de larva", especificó; y siguió: "Hay otros bichos que en estado adulto atacan flores, hojas y frutos, como por ejemplo algunas vaquitas; isocas; pulgones y chinches que succionan savia e inyectan saliva tóxica además de inocular enfermedades; también están las babosas y los caracoles que se alimentan de hojas, tallos y brotes tiernos".

"En una huerta agroecológica lo esencial para controlar plagas y enfermedades es la prevención.  Cuando aparece una plaga significa que tenemos una situación de desequilibrio, ya que en la naturaleza es difícil que haya un ataque de parásitos, pues las poblaciones de animales se autocontrolan entre sí", dijo Pensotti.

Por suerte existe un gran batallón de insectos, algunos microscópicos, que trabajan como aliados y ayudan a frenarlas, a ellos es necesario crearles condiciones para que vivan y se reproduzcan. "Una manera efectiva de prevenir las enfermedades y plagas es cultivar, alrededor o en los bordes de la huerta, plantas aromáticas como salvia, romero, orégano, menta, ruda, albahaca; y flores como caléndulas y copetes", explicó, y agregó que "además podemos dejar florecer algunas plantas de apio, brócoli, hinojo, perejil y acelga, que atraen insectos que producen beneficios. La ortiga también es una aliada, ya que actúa como otra planta huésped de bichos, y a la vez con sus hojas se puede preparar una solución que previene los ataques ".

Para controlar y evitar la aparición de bacterias, hongos y virus se pueden realizar rotaciones de cultivos; no hay que dejar restos de vegetales en los que puedan vivir y contagiar a otras plantas; utilizar variedades resistentes y tolerantes a plagas y enfermedades; sembrar en la época adecuada las distintas variedades aconsejadas de acuerdo a cada zona, y sobre todo abonar el suelo ya que esto se traducirá en plantas vigorosas.

"Las trampas son muy importantes para mantener el equilibrio de la huerta, ya que atrapan algunas plagas; las barreras naturales que evitan que los insectos lleguen a la planta; y utilizar biopreparados", aseguró Pensotti. El especialista añadió que otro método de cuidado es el de control biológico que "consiste en utilizar enemigos naturales. Por ejemplo, un individuo controla el desarrollo de otro, paralizándolo, comiéndoselo, o a través de la liberación de machos estériles para fecundar hembras de la plaga".

"Un ejemplo son las vaquitas de San José, que tienen las alas de color ladrillo, sin manchas. Ellas se alimentan de pulgones, ácaros y cochinillas; la bacteria 'bacillus thuringiensis' ataca a las orugas de las mariposas; los tordos se alimentan de caracoles y babosas, los ciempiés comen caracoles y babosas; unas avispitas parasitan a los pulgones; la juanita o boticario, que es el cascarudo de color negro metalizado, se alimenta de larvas de mariposas", indicó.

Usar trampas no es obligatorio, pero es una de las metodologías que permiten conocer los niveles poblacionales. "Pueden ser las plaquetas adhesivas: que se hacen de madera, cartón, plástico, metal. Miden alrededor de 18 centímetros de alto por 25 de ancho y hay que pintarla de amarillo y colocarle una capa fina de aceite aditivo para motores, eso es suficiente para que se adhieran los insectos pequeños", especificó.

Un tacho con agua, pintado de amarillo, con perforaciones para colgarla sobre un soporte y orificios en la zona media para evitar que se rebalse cuando llueve, puede ser otra alternativa para atrapar insectos. "Las trampas  cisterna, son conocidas también y se fabrican con una botella plástica cortada en el tercio inferior, hay que enterrarlo al ras del suelo. Y sirve para frenar a los gorgojos y los chanchitos, en el recipiente se pueden poner trozos de papa, llegando al final de la primavera y agregando entre 100 y 150 centímetros cúbicos de cerveza atraen babosas y caracoles", explicó Pensotti.

Las de luz son para los insectos voladores como la mariposa nocturna, las polillas, los cascarudos, chinches e insectos benéficos. "Para atraparlos alcanza con un foco de mercurio de 100 watts, de gas mezclador de 220 voltios o una lámpara de 12 voltios a batería, son ideales para la zona rural", especificó y aclaró que con que se utilice uno de los sistemas de trampas es suficiente.