El cine de Merlo busca señal

Durante los últimos tiempos, el servicio de internet se volvió una necesidad para grandes y chicos que necesitan conectarse desde un dispositivo móvil o una computadora para interactuar con sus pares o formar parte del mundo que los rodea. Tener señal de wifi es lo mismo que estar informado y no sentirse aislado de las nuevas herramientas que provee la tecnología.

El director y fotógrafo Leonardo Moro, quien muchas veces fue víctima de la desconexión y la poca señal de internet en los diferentes lugares donde vivió, decidió volcar esa necesidad a la creatividad y lo transformó en "Fin zona urbana", el cortometraje que dirigió en la Villa de Merlo con un grupo de colegas que lo siguieron en la aventura.

La historia refleja las peripecias que viven los personajes de Julia, Andrés y Eduardo, interpretados por Macarena Montivero, Gabriel Gaite y Fabián Rodríguez (director de Los Pirípulos), para conectarse a internet. Ante la escasa conexión tuvieron que adecuarse a diferentes formas y construir distintas antenas para no quedarse aislados de lo que pasa en el mundo.

Moro tenía guardado el guión hace tiempo, pero en días de cuarentena tuvo la idea de darle unos toques más actuales y reescribrirlo. "En estos momentos los chicos necesitan internet para estudiar y la mayoría de los adultos para trabajar. Amoldé esa idea a lo que ya tenía escrito y salió la película", expresó Leonardo, quien al instante encontró colegas interesados en ayudarlo a filmar. Todos son reconocidos actores y trabajadores visuales de la localidad.

Las grabaciones se realizaron en las inmediaciones de Cerro de Oro y Merlo durante los cuatro fines de semana de octubre. El último día de filmación fue el domingo pasado y tanto el director como el equipo de trabajo quedaron conformes con la propuesta realizada.

"Esperamos presentarlo para fines de diciembre o principios de enero, porque queremos entusiasmar a los turistas que nos visiten en temporada. En la película se ven muchos paisajes que nos rodean", agregó el director que trabajó junto con la productora Merlofilms.

Ahora resta darles paso a la edición y posproducción del cortometraje. Una parte de la película estuvo financiada por el director y otra por un grupo de artesanos de la localidad que ayudaron al equipo de trabajo a conseguir materiales, comida y utilería para la película. "Hicimos una especie de trueque en el que ellos nos brindaban sus productos y nosotros difundíamos su trabajo", agregó Leonardo.