San Luis: clausuraron un bar céntrico a pesar de la negativa de sus propietarios

Durante un control de rutina en locales que comercializan alimentos en la ciudad, la Dirección de Bromatología informó que en la noche de este viernes visitó un restaurante ubicado en calle Pedernera y Caseros  y encontró una serie de faltas de higiene en la cocina. Desde la Municipalidad indicaron que no podían dar a conocer el nombre por “cuestiones legales”, pero en las imágenes de la clausura se observa que se trata del resto-bar “Española Way”, ya que en esa misma esquina hay otros dos locales de comidas.

La subsecretaria de Control Ambiental, Eliana Giorda, indicó que hallaron en la cocina defecaciones de ratas, cucarachas, carnes a poca distancia del pan, lo que implica una probable contaminación cruzada y grasa pegada en azulejos y pisos.  Detalló que también observaron alimentos sin rotular, sin fecha de vencimiento, los extractores con grasa y tierra pegada lo que dificulta su función.

Además falencias en la señaléctica y salidas de emergencia, aunque adujeron que se trataba por haber pintado recientemente el local, no cuentan con plano de evacuación ni la certificación correspondiente.

La funcionaria precisó que con el oficio, el personal municipal se acercó a clausurar el local el jueves pasado y sus dueños no quisieron aceptar la medida, por lo que Juzgado emitió un nuevo oficio de clausura definitiva en el que implicó a la Policía provincial para el cumplimiento de la resolución. De este modo, este viernes se acudió nuevamente al local con la fuerza pública y nuevamente se negaron a la colocación de la fajas de clausura, esta vez con amenazas hacia el personal municipal.

“Las falencias en la cocina son de gravedad, es un riesgo para la salud pública. Fuimos a hacer efectivos oficios del Juzgado y se negaron en dos oportunidades. Todo quedó documentado con la presencia de testigos e informado a las autoridades correspondientes”, explicó Giorda. Y señaló que ahora están a la espera de lo que resuelva el Juzgado.

Por su parte, la propietaria del local, a través de un video que difundió por las redes acusó al municipio de “persecución”.

“Hace más de un año venimos estando perseguidos, discriminados, hemos recibido por parte de ellos violencia tanto física como psicológica… Hemos tratamos de hacer las cosas bien, nos hemos ajustado a todos los requisitos y normas y hemos recibido del municipio lo contrario”, expresó en su descargo de casi 11 minutos.