Los infractores generan caos en el tránsito

Una larga fila de autos detenidos y sin conductor a lo largo de una cuadra entera donde la prohibición de estacionar rige de 7 a 22 es la postal cotidiana que muestra el centro de la ciudad durante los días hábiles y en los horarios pico. Con ese incumplimiento y otras conductas antirreglamentarias, los infractores contribuyen a alimentar el caos en el que se convierte el tránsito puntano.

La zona roja de faltas está delimitada por las calles Bolívar, Chacabuco, 25 de Mayo y Maipú, que conforman la superficie más conflictiva para circular. Así lo comprobó El Diario de la República durante una recorrida de una hora por los sectores donde los malos hábitos de conducción parecen haberse sincronizado.

Los problemas para que el tránsito fluya con normalidad surgen en uno de los principales accesos al centro desde el este. En la calle Bolívar, que además pierde dos carriles en su nacimiento en el cruce con la avenida Presidente Perón, es habitual encontrar vehículos estacionados indebidamente sobre el cordón amarillo, lo que ocasiona un embudo para el tráfico que llega desde Juana Koslay.

La situación es similar por Chacabuco, donde además el tráfico es más denso porque la traza es uno de los principales trayectos del transporte público de pasajeros, al que corresponde con exclusividad el carril de la derecha para el ascenso y descenso de los usuarios.

Además, a poco menos de una semana del comienzo de clases, los sectores donde funcionan escuelas son otro foco caótico. La falta de consideración de los automovilistas infractores queda a la vista de todos sobre la calle 25 de Mayo, en la cuadra que va desde Rivadavia hasta San Martín (frente a la plaza Independencia). Ayer, cerca de las 13, todo el margen izquierdo estaba ocupado por vehículos, pese a que allí el cordón está perfectamente pintado de amarillo y hay varios carteles que indican de manera expresa la prohibición de estacionar.

La misma imagen se repitió sobre General Paz, entre Belgrano y Ayacucho, con el agravante que  ni siquiera se respetaban los espacios exclusivos para los transportes escolares, que ante la imposibilidad de estacionar de forma correcta debieron acomodarse en doble fila, una de las infracciones arquetípicas cometidas por los puntanos.  Mientras sobre la traza el tránsito avanzaba más lento que a paso de ser humano, los padres y madres esperaban, sin inquietarse, la salida de sus hijos.

Congestión irrefrenable

Todos los años, la provincia suma en promedio a su parque automotor unos diez mil vehículos, distribuidos principalmente entre las ciudades con mayor cantidad de habitantes: San Luis y Villa Mercedes. Así lo confirman las estadísticas de la Dirección Nacional de los Registros de la Propiedad Automotor (Dnrpa), que indica que durante la última década el incremento de rodados superó las cien mil unidades.

Esa suba incesante se plasmó también en un estudio que realizó el Automóvil Club Argentino (ACA) durante 2014 y 2015 en la capital puntana, que concluyó que en un lapso de dieciséis horas casi 153 mil coches y unas 17.500 motocicletas ingresaron al centro, utilizando como principal vía las calles Bolívar y Chacabuco, como también las avenidas Presidente Perón, España, Juan Gilberto Funes (ex Julio Roca) y Lafinur.