Allegados de Máximo María lo recordaron en su natalicio

Félix Máximo María, conocido como “Coco” o "El Pulpo” nació el 1º de marzo de 1926. Desde sus 10 años deslumbró con la guitarra criolla que, según sus propios dichos, le ayudó a conseguir todo en su vida. Falleció el 28 de diciembre de 2019 y por eso el Gobierno de la Provincia, con el apoyo de su familia y amigos, conmemoraron sus 94 años con un homenaje realizado en el Teatro Calle Angosta ubicado en el complejo Molino Fénix.

Pasadas las 20 y con la presencia de quinientas personas, comenzó el homenaje con una frase de Atahualpa Yupanqui y luego con las luces apagadas proyectaron un video que mostraba un compilado de fragmentos de entrevistas del músico mercedino en las que narraba su vida, su familia, anécdotas con sus padres y por supuesto su “viola”. Entre los comentarios de su voz, recordaba que en un aniversario de casado don Calixto y doña Felisa, sus papás, un 23 de abril de 1937, esperó a que se acostaran para llamarlos y regalarles un solo de cuerdas. “A mi mamá le decían no lo hagas estudiar guitarra a ‘Coco’ porque va a ser alcohólico, en aquella época se asociaba a las peñas y boliches con el vino”, dijo riendo en una entrevista que se proyectó. Y no fue la única risa que se escuchó en ese momento, sino la de todos los presentes en la sala.

Los alumnos de la escuela generativa que lleva su nombre, realizaron una representación teatral para contar algunas de las etapas de su vida. El escenario con la decoración adecuada para representar un “boliche”, bailes folclóricos, iluminación y las guitarras criollas ilustraron el cuadro escénico.

También el ballet Raíces Argentinas participó con un homenaje a Félix y a su mujer Carmen Dora Morales. El público ovacionó de pie el baile y la personificación que hicieron. Luego el dúo de Mabel y Charly Guzmán subieron al escenario para tocar y cantar alguna tonadas compuestas por el “Pulpo”.

Un grupo de las 100 guitarras mercedinas dijo presente en el teatro, interpretaron sus canciones, una dedicada a su hermana y a su esposa que llamó "Mina y Carmen Dora", y extendieron el repertorio a pedido de la gente con la conocida Calle Angosta y la Marcha de San Lorenzo. Así pisaron el escenario algunos de sus amigos, como Jesús Liberato Tobares y Jorge Leguizamón.

Sus hijas, nietos y bisnietos estuvieron presentes. Adriana, la hija del medio, dijo: “Estamos felices del papá que nos tocó, la herencia que nos deja es inmensa, ese mensaje de alegría, de celebrar la vida, de mirar siempre lo bueno en la gente, de ser agradecido, de festejar cada cumpleaños, de festejar la salud. De seguir adelante a pesar de los problemas. Creo que eso es lo mejor que nos dejó”, sostuvo.

Tobares, su amigo desde hacía 70 años, lo recordó, expresó su admiración y agregó: “Me parece que el homenaje ha sido hermoso y sin ninguna mezquindad, pienso que siempre merece más Félix, por que los méritos que ha hecho por el caudal moral y cultural que nos deja es inmenso, porque siempre vamos a tener en él un referente como hombre modelo de la puntanidad”, afirmó con nostalgia.

Una vez finalizadas las expresiones artísticas todos fueron hacia la calle Comandante Videla para descubrir una placa y un mural pintado en la pared de la esquina con Pueyrredón y finalizaron al cantar el Feliz Cumpleaños mientras algunas lágrimas corrían por las mejillas de sus allegados que miraban al cielo.