En un año donaron más de 40 pelucas a pacientes oncológicos

Mi hermanita me contó que donó su cabello y yo no lo dudé ni un segundo", dijo emocionada Amira Rava (18), quien se lo cortó y se lo entregó a Fernanda Selada, fundadora de "Pelucas Solidarias". El proyecto  nació hace un año y ya entregaron 41 piezas hechas con donaciones a pacientes oncológicos.

Como todos los miércoles, el garaje de Fernanda se convirtió en un espacio de peluquería y taller. En una mesa larga, ocho mujeres trabajaban sin parar. Unas cosían, otras unían los mechones de pelo y otras se encargaban de ponerlas en un casquete.

"Nunca imaginé que esto fuera posible. Sí lo pensé a futuro, pero no creía que se cumpliría", contó la joven y agregó que esperan armar un stock lo suficientemente grande para ayudar a más mujeres que lo necesiten. "Esto es un compromiso de amor. Si la persona no la utiliza más, la devuelve y nosotras la reacondicionamos para darla de nuevo", manifestó Fernanda, quien añadió que hasta el momento tienen seis personas en lista de espera.

El proyecto surgió ante la necesidad propia de la puntana, ya que su cuñada tenía cáncer y querían  comprar una peluca para ella, pero no conseguían. "En ese entonces eran muy caras o tenía que trasladarse hasta Buenos Aires para probársela", contó la mujer y resaltó que desde ese entonces pensó en cómo se podía replicar acá.

Entre 15 y 20 personas  pasan por semana por el garaje de Fernanda a donar cabello.

"El año pasado me quebré la rodilla y tuve tiempo para pensar. Investigué, leí y vi tutoriales en internet para saber cómo se armaban. Dependíamos de la predisposición de la gente", dijo con una sonrisa Fernanda, quien se sorprendió por el apoyo que recibieron desde un primer momento y destacó que cada miércoles van entre 15 y 20 personas a donar. 

Mientras dos nenas secaban mechones de cabellos, Selada comentó que casi todos los que se acercan tienen o tuvieron algún pariente con cáncer. "Al momento de cortárselo nos emocionamos mucho, lo mismo sucede cuando vemos las caras de las personas que reciben las peluquitas. En muestra de agradecimiento, los familiares nos juntan donaciones o comparten las publicaciones en las redes", destacó y expresó que se formó una gran cadena de favores.

Emoción. Amira Rava (18), el miércoles pasado, se cortó el cabello y lo donó para que armen las pelucas.

Sobre cómo arman las piezas explicó que, primero, el pelo tiene que estar limpio y seco, luego hacen una cortina de cabello y la montan en una cinta de papel, para después coserla. El último paso es colocarla en un casquete y que las peluqueras le den el toque final. "La idea es que sean lo más parecidas al pelo que tenían los pacientes antes de estar enfermos, por eso les pedimos una foto", manifestó.

Destacó que los pacientes se pueden comunicar por intermedio de Facebook Pelucas Solidaria San Luis y anotarse en la lista de espera. "Generalmente, con ver una imagen nos damos cuenta quién necesita una peluca. De igual modo, pedimos un certificado para constatar. Nos pasó que nos escribieron porque se les caía el cabello por ansiedad, pero eso desvirtúa el proyecto", sostuvo.  

Colaboración

Quienes se quieran sumar a esta iniciativa pueden hacerlo de 17 a 21 en Rivadavia 1239. Además, se necesitan materiales, por ejemplo, microtul de doble rebote negro, elásticos finos blanco y negro, hilo de poliéster y telas para fabricar turbantes.