Un recorrido por la tierra de gigantes

El hallazgo, hace casi 20 años, de huevos y nidos  de  dinosaurios  hizo  de  la  pequeña  localidad de Sanagasta, a unos 30 kilómetros de la capital de La Rioja, un atractivo turístico y  geológico  para  aquellos  que  están  interesados  en  investigar  sobre  los  primeros  habitantes  del  mundo. Un parque en el que se instalaron réplicas gigantes de los dinosaurios que posiblemente pasaron por allí sirve de llamador para los curiosos. Muy bien ubicado en medio de las sierras colora-das que hacen recordar al paisaje del Parque Nacional de Las Quijadas, el complejo está pensado para el visitante. Como antesala, un amplio salón sirve de recepción y de puesto de venta para cualquier  recuerdo  relacionado  con  dinosaurios  y  se  completa  con  los  baños  y  un  pequeño  restorán  desde donde se puede apreciar la majestuosidad del terreno.

Esos lugares de descanso se pueden visitar antes   o después del paseo, sea para tomar impulso preparativo  o  para  recuperar  energías  luego  de  una  caminata extensa, con subidas y bajadas pronunciadas  que  según  la  época  del  año  se  puede  realizar bajo la supervisión del ardiente sol riojano. Según  comenta  Luis,  uno  de  los  guías  que  trabaja en el lugar, un grupo de científicos fue quien encontró  algunos  vestigios  del  paso  de  los  dinosaurios por el lugar. “De acuerdo a la composición de  la  piedra  y  por  algunas  huellas  detectadas,  se  determinó  que  anduvieron  por  acá”,  cuenta  por  fuera  del  discurso  que  tiene  preparado  para  los  visitantes.

Una de las aclaraciones permanentes del parque es  que  todas  las  averiguaciones  indican  que  saurópidos usaron Sanagasta como un lugar de paso, no  de  permanencia.  “Sabemos  que  tenían  una  conducta nómade y es probable que hayan usado este lugar, por su clima, solo para venir a dejar sus huevos”, explica el guía.

Otro de los constantes componentes de la enseñanza que imprimen en el parque riojano es la potestad de los científicos que de manera permanente extraen muestras del lugar para analizar en los laboratorios  y  actualizar  lo  que  se  sabe  del  paso  de los gigantes por el suelo de la provincia.

El  parque,  informa  Silvia  Aranda,  la  encargada,  tiene poco más de 800 hectáreas de extensión y un triple objetivo: turístico, educativo y científico. Se puede visitar durante todo el año, con horarios variables según la estación del año, y con entradas que van de 50 pesos a 250 según la etapa que se desee  visitar.  “Nos  visitan  muchas  escuelas;  hace  poco vino una de San Luis”, dijo la funcionaria.

Según determinaron los científicos, los restos que se encontraron en Sanagasta -fundamentalmente huevos y nidos- tienen entre 65 y 95 millones de años  y  representan  el  mayor  reservorio  del  tema  en  la  provincia.  “El  hallazgo  planteó  nuevos  paradigmas e hipótesis, ya que proponía reformular el esquema  cronológico  de  la  región.  La intriga por responder viejas preguntas y crear nuevas teorías sigue latente en los estudios que se realizan periódicamente”, agrega Luis. Si bien las piezas se encontraron en 2001, recién en 2014 el parque fue inaugurado como tal luego de  la  construcción  que  incluyó  caminos  de  tierra, plataformas de madera en medio del recorrido y, lo  que  constituye  el  mayor  atractivo, las  réplicas  en tamaño real de algunas de las especies que pasaron por la zona.

Las  enormes  esculturas  fueron  realizadas  por  artistas de la provincia -la mayoría del mismo Sanagasta- y, si bien se denota alguna falta de mantenimiento, representan con mucha fidelidad a las criaturas. Luis aclara que si bien no todos los seres que  están  en  el  parque  necesariamente  pasaron  por allí, una de las formas de atraer a los visitantes fue extender la representación de la fauna.

El parque geológico está en la ruta nacional 75, a unos 7 kilómetros del centro de Sanagasta y la forma más rápida de llegar es en auto particular, ya que  no  hay  desde  la  localidad  transporte  público  que  llegue  al  espacio  colorado.  La  otra  opción  es  contratar una agencia de viajes que hace el recorrido.